Después de haberse dado a conocer la intervención intervención por parte de la Superintendencia de Salud a la Unidad de Salud de Ibagué, la ex gerente Yennifer Guzman rompió el silencio de lo que fue este proceso que tomó por sorpresa la sede central de la USI en el San Francisco.

Guzman, quien se desempeñó como gerente encargada por cerca de un mes, señaló que este proceso fue el resultado de procesos de observación y seguimientos que se habían realizado desde años anteriores los cuales terminaron de condensarse después del seguimiento de campo realizado a mediados de octubre del 2025.

“En esos estados financieros reportados la USI de Ibagué tuvo un mejor comportamiento financiero, no había un déficit en la operación”, manifestó Guzman.

Señalando que cuando asumió la gerencia, en los informes presentados la USI había una un compartimento financiero estable, información que contrasta con la presentada por la Supersalud, quienes indican en el documento diferencias significativas en la Información Contable y Financiera inconsistente.

Por último, Guzman dio a conocer que la Nueva EPS le adeuda un cercana a los $13 mil millones a la USI, lo que equivaldría a un 80%. Manifestando que a pesar de estos impases la Unidad de Servicios de Ibagué seguía prestando el servicio, ejecutando planes de acciones y mejoramiento.  

“Yo manifiesto como funcionaria pública mi respeto por la institucionalidad, la Superintendencia es la máxima autoridad de salud y su medida ha sido que ha respaldado de acuerdo al informe”, concluyó.