El 'mercado persa' de la carrera 3a: ¿una problemática de nunca acabar?

La invasión del espacio público en el centro de Ibagué ha venido creciendo durante los últimos años. Los elevados indicadores de desempleo y el incremento de la informalidad al parecer se convirtieron en detonantes para convertir vías como la carrera 3a en un verdadero 'mercado persa'.
Alba Lucía García, directora de Fenalco Tolima, comparó con plazas de mercado algunos espacios tradicionales de la capital tolimense, y rechazó la ocupación de andenes y zonas exclusivas para peatones que ahora parecen propiedad de un sin número de vendedores ambulantes.
Más reacciones
"Es muy difícil que el comercio formal que paga un arriendo, valorización e industria y comercio, que tienen empleados y que fortalecen la apuesta de ciudad, tenga al frente una competencia con productos que valen una décima parte (...) el mínimo vital es un derecho de todas las personas, pero también existe el derecho a la propiedad privada y a la empresa", sostuvo García.
Por su parte, el abogado Fernando Varón Palomino aseguró que existe "abandono y desaseo en pleno corazón de Ibagué". Además, afirmó que debe existir una solución integral que no solo involucre a los vendedores ambulantes, sino también al mismo Gobierno Municipal.
Actuación de las autoridades
Palomino incluso revivió la polémica ocasionada en torno al letrero que instaló la administración de Jaramillo en la Plazoleta Darío Echandía, pues su presunto olvido estaría facilitando que los habitantes de calle recurran a hacer sector para hacer sus necesidades bajo el 'escudo' que representa la polisombra allí acondicionada.
El secretario de Gobierno de Ibagué, Óscar Alexander Berbeo, aprovechó el recorrido realizado por Econoticias para explicar en qué consiste el plan de intervención por medio del cual la Alcaldía pretende recuperar el espacio público y liberar la carrera 3a como uno de los principales compendios comerciales que hoy en día tene la ciudad.
Según el funcionario, inicialmente las autoridades le apostarán a un trabajo de sensibilización para luego proceder con la instalación de vallas que, sobre el papel, permitirán ejercer un control permanente en el ingreso a ese corredor vial.