Si bien a partir de esta semana se puso en marcha un proceso de reapertura de establecimientos bajo estrictos protocolos de bioseguridad, la Alcaldía de Ibagué dejó claro que al menos el sector de la rumba será el último en habilitarse pese al grave panorama financiero que afronta.

La situación al parecer es tan crítica que el alcalde Andrés Fabián Hurtado les pidió a los empresarios de bares y discotecas “tomar otras rutas” debido al panorama incierto que afrontan, y anticipó que su reactivación incluso podría llegar a tardar hasta doce meses.

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No obstante, ante dicho escenario, anunció ayudas a través de microcréditos soportados en recursos públicos y alianzas con el Gobierno Nacional a fin de que puedan solventar las obligaciones represadas a lo largo de la pandemia por el déficit de actividad económica.

Cantantes, meseros y otros actores del gremio de la rumba en Ibagué han venido solicitando ayudas efectivas que les permita contrarrestar la crisis que afrontan desde hace dos meses y la inactividad en la que tendrán que permanecer durante el corto y mediano plazo.