Los polémicos reductores de velocidad instalados en vías principales de la capital tolimense, supuestamente con la intención de garantizar la seguridad vial y proteger la integridad del peatón, al parecer se convirtieron en un factor diferencial que contribuye al incremento de muertes por accidentes de tránsito.

De acuerdo con las cifras oficiales suministradas por Medicina Legal, Ibagué pasó de 51 decesos por siniestros viales entre enero y septiembre del 2018, a 53 casos en el mismo periodo de este año, lo que podría dar cuenta de la inefectividad de la cuestionada estrategia de movilidad avalada por la Alcaldía.

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Pese al contundente rechazo que tuvo la medida por una gran mayoría en la capital tolimense, el secretario de Movilidad, José Alexis Mahecha, y el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, se encargaron de generar una defensa pública y mediática bajo un argumento que hoy no goza de soporte, al menos en los indicadores oficiales.

Aunque algunos aseguran que actualmente la ciudad se mueve a ‘ritmo de caracol’ y el tráfico vehicular parece estar colapsado, la Administración Municipal se mantiene en la postura de regular las vías con la instalación de tachones y reductores que únicamente estarían aumentando los tiempos de desplazamiento en la ciudad.

Cabe recordar que Econoticias dio a conocer el pasado 8 de octubre que Ibagué ocupaba el octavo lugar a nivel nacional en el reporte de muertes en las vías, superando incluso a capitales como Pereira y Bucaramanga que tienen área metropolitana.