Pasar al contenido principal
Econoticias y Eventos
Opinión
COMPARTIR
Se ha copiado el vínculo

Inseguridad: percepción o realidad

La migración, la post pandemia, la pobreza, la implementación de los acuerdos de paz son las posibles causas de la situación que vive el país y que no es ajena a nuestra ciudad.
Imagen
Crédito
Ecos del Combeima
23 Nov 2021 - 7:52 COT por Ecos del Combeima

Con la llegada de la navidad, la prima y las diferentes estrategias comerciales para incrementar el consumo, llega también el incremento de la temida inseguridad. Tiempo atrás, se podía llegar a un semáforo con la ventana abierta, los celulares no eran un objetivo para los delincuentes y los llamados raponazos eran eventos aislados o propios de zonas deprimidas. Surgieron nuevas modalidades de hurto que eran muy comunes en Bogotá como los llamados rompevidrios y se conocen de un sinnúmero de estrategias de hurto tales como el motociclista que simula un choque contra un vehículo, los que pinchan o hurtan llantas, el hackeo de contraseñas y posterior estafa, hurto a establecimientos comerciales abiertos al público, entre otros. 

La migración, la post pandemia, la pobreza, la implementación de los acuerdos de paz son las posibles causas de la situación que vive el país y que no es ajena a nuestra ciudad. Con la implementación de los acuerdos de paz, al desarticular los frentes, se presentó un fenómeno de recomposición en donde grupos conformados por ex miembros de la guerrilla que continúan su acción criminal dada la presencia y crecimiento de cultivos ilícitos en el país, de ahí salieron los llamados Grupos Armados Residuales (GAOR) y, a estos se suman las organizaciones de crimen organizado como los llamados GAO (Grupo Armado Organizado) o los GDO (Grupo delictivo Organizado).

Si existen o no estas estructuras criminales en nuestro territorio, asunto propio de los organismos de inteligencia, lo cierto es que no podemos permitir que la delincuencia avance ante la mirada atónita de los ciudadanos. No basta con exigir seguridad, pues sabemos que nuestras instituciones poseen planes de acción tendientes a eliminar estos fenómenos que desafortunadamente no son propios de nuestra región, sino que son comunes a nivel nacional.  Recientemente fue desarticulada por parte de la Policía Nacional una banda delincuencial de rompevidrios que tenía azotada una zona de Ibagué y seguramente seguiremos viendo avancen en la implementación de las estrategias, pero, ahora urge un trabajo en equipo que involucre todos los actores de la sociedad, pues es la seguridad es asunto de todos y es transversal a todas las actividades de la ciudadanía.

Debemos protegernos y unirnos para apoyar a la administración municipal y estructurar un plan contundente que mitigue este fenómeno que como sabemos, se puede incrementar con la llegada de la navidad.  Se teme un incremento de los hurtos en locales comerciales y es el momento de unirnos para evitar que esto suceda. Desde Fenalco, Efrain Valencia propone un plan que proteja el comercio y sus clientes y con seguridad se tendrá respuesta de esta administración que se ha caracterizado por gobernar a puertas abiertas y por recibir aportes para accionar planes que permitan avanzar.

No bajemos la guardia, apoyemos las iniciativas en materia de seguridad que surjan desde la alcaldía, que seguramente serán fruto de la articulación de todos los que queremos que Ibagué continúe creciendo y siendo protagonista nacional de desarrollo, cultura, deporte y emprendimiento. ¡Unirnos en torno a la seguridad es imperativo, necesario y urgente!

También te puede interesar estas columnas

Ibagué y el Tolima entero viven por estos días una época de fiesta: música, tradiciones folclóricas y gastronomía atrapan a visitantes y locales.

En el Tolima están pasando cosas buenas. Los números no mienten: según el DANE, el departamento registró un crecimiento del 2,6 % en 2024, superando el promedio nacional y consolidándose como una de las regiones con mejor desempeño económico del país.

El día del atentado a Miguel Uribe yo también estaba en urgencias. A pocos metros, entraban al joven que disparó, escoltado y a toda velocidad. Lo que viví ese día aún me retumba en el pecho.

Es claro que en la vida pública y especialmente en los escenarios políticos es necesario controvertir, refutar, argumentar, pero lo que nunca será necesario es utilizar el lenguaje para aniquilar, al contrario. Las balas matan, pero las palabras como balas también matan.

Mejoras en salud, educación e innovación reflejan un camino firme hacia la competitividad. El campo sigue siendo motor de desarrollo y el reto es claro: no perder el rumbo.

Colombia no puede seguir el camino de la esclavitud moderna que nos ha dejado el “cambio”. Esa que estrangula al empresario, desincentiva la inversión, vulnera las instituciones, estigmatiza la prensa y promueve odio y resentimiento.

¿De qué sirve inaugurar una obra millonaria si no funciona? Esa es la pregunta que muchos ibaguereños nos hacemos ante el fallido estreno del acueducto alterno, una mega obra que prometía liberarnos de los constantes cortes de agua y la dependencia exclusiva del río Combeima.

¡Lo volvió a hacer! El representante a la Cámara, Gerardo Yepes hace méritos para obtener el título de indisciplinado del año al interior del partido Conservador.

¿Cómo es posible que, a pesar de contar con presupuestos, políticas y documentos que advierten sobre la importancia de tomar medidas, aún no tengamos campañas bien estructuradas para reducir el consumo de agua?

Hemos sido engañados, por altos estamentos nacionales quienes desconocen y pretenden minimizar las grandes falencias de este “antisistema de salud” fundamentado sobre la intermediación financiera.