“El tiempo de calidad que ofrece un padre es vital para el desarrollo de un niño”: Jhon Alexander Díaz

La llegada de las vacaciones supone para algunos padres un verdadero dolor de cabeza pues actualmente es muy normal que tanto papá como mamá trabajen y los pequeños no tengan con quien quedarse en casa durante las jornadas que antes ocupaba el colegio.
O bien no se tenga claridad sobre qué actividades proponerles a los menores para evitar que estén todo el día ‘pegados’ a sus dispositivos tecnológicos.
El psicólogo Jhon Alexander Díaz explicó que la educación integral debe darse desde los hogares por lo cual los padres deben dedicarle tiempo de calidad a los niños pues no basta con pasar horas con ellos si no se les dedica la atención necesaria.
“Pintar, dibujar y crear con los niños es muy importante para incentivar su imaginación, no se necesita dinero para leer con ellos, recuerden que la lectura es muy edificante y este hábito será uno de los regalos más preciados que puede dejarle a sus hijos, esta es una época de la vida que marca importantemente a las personas”.
El experto indicó que muchos padres se cohíben de muchas cosas con los pequeños pero no se dan cuenta que en la primera infancia lo que más anhelan los niños no son regalo o que les compren golosinas, sino que sus padres jueguen y compartan tiempo con ellos.
“Cualquier adulto a cargo puede suplir este tiempo de calidad, muchas familias están compuestas de un padre, un hermano mayor o los abuelos, lo importante no es que haya un modelo tradicional sino que el adulto a cargo esté dispuesto a brindar lo mejor de sí, las vacaciones recreativas pueden ser una buena opción pero siempre el amor de los padres debe estar presente”:
El psicólogo indicó que ningún extremo es bueno, pues en algunos casos los padres quieren que el niño no tenga un minuto de descanso y por eso lo inscriben en cuanta actividad deportiva, académica o lúdica encuentran, otros en cambio lo dejan dormir hasta la hora que quiera, sin responsabilidades ni ninguna programación, esto es perjudicial para el modelo de disciplina que todo niño debe tener.