El suicidio se ha convertido en una verdadera problemática social no solamente en Colombia sino en todo el mundo, cada año aumentan las tasas de personas que intentan acabar con sus vidas por múltiples situaciones que pueden ir desde problemas económicos hasta decepciones amorosas.

Sin embargo, el estrés uno de los mayores detonantes de estas situaciones, actualmente el ritmo de vida implica pasar muchas horas en el trabajo y en países como Japón, la competitividad hace que cada vez las personas disfruten menos de sus familias y se entreguen más al éxito profesional que en algunas ocasiones es mal enfocado y termina causando fuertes depresiones.

Ibagué no es ajena al tema pues en los últimos meses se han presentado muchos intentos de suicidio y otras tantas muertes derivadas de estos intentos, la más reciente alarmó a las autoridades pues la víctima tenía apenas 9 años de edad.

El 10 de septiembre fue elegido como  Día Internacional de la Prevención del Suicidio, una oportunidad para recordar que la depresión es una enfermedad muy delicada que puede tratarse favorablemente.

Jenny Palacios, estudiante de psicología de la Universidad Antonio Nariño, explicó que desde la academia están realizando actividades para tratar este flagelo porque el suicidio realmente se puede prevenir si se atiende a tiempo la problemática.

Signos de alarma:

• Aislamiento
• Sentir soledad
• Falta de energía
• Cambios repentinos de estado de animo
• Expresión verbal ‘quiero morirme, mi familia estaría mejor sin mí’
• Desesperanza

Según los expertos las personas que intentan suicidarse siempre muestran alguno de estos síntomas de alarma, además pese a que muchas personas tienen a pensar que quien habla de suicidarse lo hace por llamar la atención, en la gran mayoría de casos realmente llega un punto en que cumplen con su palabra y atentan contra sí mismos.

“Cuando una persona realiza una acción con intención de hacerse daño aunque no cause al muerte se considera una conducta intencional suicida y desde ese momento se tiene que recurrir a pedir ayuda, es deber social apoyar a los demás y no juzgarlos, lo más importante es ayudar a estas personas a llegar a un centro especializado donde pueda ser tratado”.

Marcela Moreno resaltó que el centro de atención psicológica de la Universidad Antonio Nariño se realiza asesoría y terapias que pueden ayudar al paciente a mitigar los impulsos de hacerse daño.