Reducción de ventas y millonarias pérdidas: la desastrosa fórmula detrás de la resaca del Tapa Roja
La debacle económica por la que atraviesa la Fábrica de Licores del Tolima que entregó el exgobernador Ricardo Orozco y el exgerente Franz Bedoya, pasará a la historia en la región.
Ecos del Combeima conoció en exclusiva la difícil situación por la que atraviesa la empresa tolimense, la cual se refleja en la alarmante reducción del 42% en la venta del Tapa Roja en tan solo un año.
Según el informe, las ventas pasaron de 1.633.889 botellas en el 2022 a unas 801.397 en el 2023; cifras peores a las registradas durante el primer año de la pandemia (885.078 botellas).
El producto insignia de los tolimenses, que con orgullo era enviado al exterior, tampoco habría logrado ‘conquistar el mundo’. En el último año de Bedoya a la cabeza de la Fábrica de Licores del Tolima, las ventas internacionales del Tapa Roja fueron escasamente del 1.62%.
Esta suma de malos resultados se ven reflejados en pérdidas cercanas a los $4.978 millones, según el balance de prueba.
Si bien las cosas no estaban para ‘arrojar la casa por la ventana’, se reveló que la empresa regaló en degustaciones unas 245.596 unidades de botella en el territorio nacional.
Aunque en su momento Bedoya intentó apagar el incendio asegurando que para el cierre del 2023 esperaban vender el millón de botellas, las expectativas no se cumplieron y el tiempo parece que le dio la razón a quienes vaticinaban una crisis en la FLT.
¿A qué se debe la ‘resaca’?
En entrevista con Ecos del Combeima, panelistas coincidieron en asegurar que hubo una mala fórmula con factores políticos y gerenciales, que explican la cruda situación por la que atraviesa la FLC.
En lo que respecta a lo gerencial, el exdiputado Renzo García advirtió que, en buena parte, esto se explica por "malas decisiones" del entonces gobernador Orozco, como lo fueron los convenios de introducción de otros licores al departamento.
“Cuando el gobernador Orozco le abre fronteras al aguardiente amarillo, también empieza la quiebra de la Fábrica de Licores. Lo peor es que uno le pregunta al Gobierno Departamental cuáles fueron los estudios que realizaron para hacer esa apertura de fronteras, por ejemplo, con Caldas, y nos dicen que no hay ningún estudio. Eso es lo más irresponsable que le puede pasar a un departamento”, aseguró García.
Para el exdiputado, no estaban dadas las condiciones para que la empresa tolimense pudiera competir en igualdad de condiciones con entidades de otros departamentos del país.
“Cundinamarca, con una fábrica potente, nos vende muchas botellas y después nos cierran fronteras. ¿Por qué el Gobierno Departamental no hizo lo mismo?”, agregó Renzo.
En medio de esta discusión, se ha conocido la posible llegada al Tolima de más productos, provenientes de otros sectores del país.
Otro capítulo relevante en esta crisis, explicó Jesús Alberto Carvajal, exgerente de la Fábrica de Licores del Tolima, pasaría por una mala administración de la entidad.
“En sana lógica, se excedieron en los gastos porque no hay inversión, porque si la hubiera, habría crecido el patrimonio. Pero este cayó y estamos endeudados.”, dijo Carvajal, quien fue enfático en asegurar que el éxito de los negocios “depende de sus administraciones”.
En lo que respecta al lo político, Heberth Lozada, presidente de Sintrabecolicas, argumentó que el exgobernador habría puesto en sus prioridades temas electorales, relegando a un segundo plano la salud financiera de la FLT.
“Esto obedece a una administración que deja la Fábrica de Licores en ruinas. Para nadie es un secreto que Orozco se dedicó a hacer campaña política (...). Todos sabemos que la caja menor del departamento era esta empresa”, argumentó.
Y agregó: “(...) Nosotros logramos los convenios y defendimos la Fábrica con leyes que decían que los monopolios siguen en cabeza de las empresas de los departamentos. Pero llega Orozco y echa al traste todo un trabajo realizado. Eso hay que mirarlo políticamente”.
Finalmente, en el marco de esta ‘resaca’, fue objeto de crítica que el presupuesto definitivo para publicidad en el 2023 fuera de $4.711 millones, pese a los malos resultados comerciales.
¿Hay futuro?
Finalmente, Carvajal comparó la presente situación con la vivida durante su gerencia, argumentando que, con buenas decisiones, es posible el resurgimiento de la empresa tolimense.
“Nosotros tuvimos una realidad muy similar a la que hoy está viviendo la Fábrica de Licores, pues la recibimos con muchas dificultades. Pero, logramos superar esos escollos. Los negocios dependen de sus administraciones. No se necesita ser contador para darse cuenta del estado calamitoso en que se encuentra la empresa, pero eso no significa que no pueda salir adelante y recuperarse. Nosotros, en mi instancia, superamos estas dificultades. (...) hicimos un crecimiento paulatino, avanzamos administrando con la caja y no con el presupuesto”, aseguró el exgerente.
Una difícil tarea para la cual la actual gobernadora Adriana Magali Matiz asignó a Victoria Castillo, quien ha resaltado por sus positivos resultados en la Lotería del Tolima.