La Tragedia de Armero marcó la vida de muchos tolimenses y colombianos, ya que fue el desastre natural que más cobró vidas en el país durante el siglo XX, donde se dice que entre 23.000 y 25.000 personas murieron tras la erupción del Volcán Nevado del Ruiz. 

Miriam Murcia, sobreviviente de la Tragedia de Armero, en diálogo con Econoticias recordó la fatídica noche del 13 de noviembre de 1985, la cual luego de 35 años sigue dejando huellas imborrables en su memoria. 

“Tenía dos hijas, iba a completar la tercera hija y estaba en días y no había alistado  nada para darle la ropita a mi bebé, incluso ese día mi patrón me pagaba, entonces cogí la plata y me fui para El Líbano a comprar lo que necesitaba para mi bebé en el YEP que era el furor en ese tiempo”, recordó. 

Su madre vivía en el Líbano y estaba en embarazo de su tercera hija, por lo que el día del desastre se desplazó a esta población en compañía de sus hijas a realizar compras. 

“Eso me salvó a mí, gracias a Dios de no vivir el momento tan atroz que hubo, pero quede concinada solo mis hijas, porque eran muy pequeñas”. 

Relata de cómo se enteraron de la Tragedia, ya que su esposo llegó “a las 8:30 de la noche, bravo porque me había ido y luego mi mama salió al baño y dijo “mija se explotó el Nevado”, y yo le dije por qué, “porque está cayendo mucha ceniza”; el patio estaba caliente y no podía andar”. 

A su vez, indicó que en esta localidad se sintieron movimientos tensionantes y se sintió en parte lo que sucedió en Armero. “Esa noche como a las 11 empezó a bugir la tierra era desesperante, en El Líbano se sintió muy horrible y todo lo que hacía el ruido, pero realmente lo que pasó en Armero fue muy tenaz”. 

Sobre lo que encontró cuando pudo ir al hoy Campo Santo “agua, lodo, ceniza y muerte fue horrible”, además como muchos que sobrevivieron para contar la historia perdió familiares y allegados. 

“Mi suegro, mis cuñadas, la esposa de mi suegro porque se había casado por segunda vez y vivía con dos niñas, la suegra y cuatro sobrinos por parte de la esposa que tenía, todo esa gente quedó allá, no se encontró ni carro, casa, ni nada”. 

Por su parte, reveló cómo logró sobrevivir al desastre, ya que viajó al Líbano “a comprarle cosas a mi hija, que nació 12 días después, en medio de la tragedia y sin nada, volver a empezar a de nuevo”. 

Finalmente, recalcó que hasta el momento no recibió ningún tipo de ayuda, ya que personas ajenas al municipio tomaron provecho de la emergencia y no se lograron entregar a los verdaderamente afectados. 

“Nosotros nos ignoraron totalmente, hicimos vueltas, bregamos, yo no recibí ni una libra de arroz, no le debo nada a esas ayudas, esta es la hora que nada. Esas ayudas se perdieron porque hubo mucha gente que aprovecho que no era de allá”.