El hijo de una profesora y un comerciante. No esconde su calvicie y tampoco le da pena decir que vendió limones y huevos en las calles de Ibagué. Hoy reconocidas firmas encuestadoras lo ubican en el primer lugar de las preferencias a pocas horas de las elecciones locales  y regionales. Es estricto, disciplinado, carismático y cumplidor de la palabra empeñada.

Jorge Bolívar Torres es estricto, disciplinado, devoto de la Virgen del Carmen y, sobre todo, es fiel cumplidor de la palabra empeñada. Tiene 49 años de edad y conoce, como pocos, cuadra a cuadra, la gran mayoría de los barrios de Ibagué, sobre todo los sectores populares. En su infancia vendió huevos y limones, lo dice con orgullo porque no desconoce que “viene de abajo”. 

Estudió su primaria en la Escuela Boyacá en la calle 20 con carrera Quinta, luego el bachillerato en el Leonidas Rubio. Su padre, Sergio Bolívar, era comerciante y su madre, Janeth Torres, es una educadora, a quien Jorge Bolívar le reconoce que le inculcó, hasta más no poder, el amor por el estudio.

Mientras vendía huevos y limones en las calles de Ibagué, Bolívar estudió en las noches Ingeniería de Sistemas en la Universidad Antonio Nariño y luego Derecho en la Universidad Cooperativa de Colombia. Más adelante se especializó en Gerencia Hospitalaria, Derecho Administrativo y Constitucional.

El primer salario formal que percibió se lo pagaron en la desaparecida Electrolima, donde se desempeñó como conductor del gerente de la época. Siendo profesional se dedicó a la sistematización de empresas. Marcas reconocidas en la región como Ibis y Azúcar contaron con sus servicios profesionales. 

En dos periodos sucesivos fue concejal de Ibagué y aún mantiene el récord del cabildante más votado en la historia de Ibagué. Allí creó la Defensoría Social y del Paciente, la Droguería del Pueblo y el Banco de Ayudas Técnicas. Para impulsar sus iniciativas de arraigo social, durante varios años madrugó en un medio de comunicación local.

Jorge Bolívar se desempeñó como secretario de Inclusión Social y luego como Secretario de Salud del Tolima. Le correspondió enfrentar la Pandemia del Covid 19 donde entendió que su cargo era para salvar vidas y lo logró. Durante su paso por la Secretaría de Salud del Tolima puso en funcionamiento el Laboratorio de Salud Pública, recuperó el Hospital Federico Lleras Acosta y modernizó la Clínica El Limonar que pasó de ser un edificio en ruinas a un moderno complejo dedicado a la prestación de servicios de alto nivel.

Jorge Bolívar es el padre de cinco hijos: Katheryn, abogada especializada en Derecho Administrativo; Santiago  es abogado; Tomás, estudiante de secundaria; Valentina, estudiante de bachillerato y  Miguel Ángel también estudiante de bachillerato.  Su mejor amigo es Jhony Bolívar, su hermano, a quien le profesa un amor filial entrañable y quien se recupera satisfactoriamente de una afección de salud. Jorge Bolívar se define como un padre cabeza de familia porque vive con su hija mayor y sus dos hijos menores a quienes les ha enseñado el valor de la lealtad, el respeto, el cariño y la disciplina.

Jorge Bolívar es calvo desde muy joven. Asumió la calvicie como una característica especial y con mucha personalidad, se siente orgulloso. Siente que ha reivindicado a los calvos; incluso, a aquellos que al mirarse al espejo les daba un poco de vergüenza de su condición y en ocasiones tratan de esconderla. “Muchos hoy se sienten orgullosos”; asegura. 

Jorge Bolívar es un animalista consumado. En virtud a ello, creó hace varios meses el Centro de Atención Gratuita a las Mascotas que opera los martes y los jueves en la sede de campaña ubicada en la calle 37, contiguo a la Casa del Maestro. Esta experiencia espera replicarla en su Gobierno creando los Centros Gratuitos de Atención Veterinaria  en las comunas de Ibagué.

Jorge Bolívar es devoto de corazón a Dios y la Virgen del Carmen. Asegura que lleva más de 40 años asistiendo a la Iglesia del Carmen en Ibagué. Como anécdota, Bolívar recuerda que un día siendo muy joven se perdió al salir de la escuela Boyacá y tomó la decisión de entrar al templo a esperar. Luego de tres horas apareció su angustiada madre buscándolo. En ese momento sintió la presencia divina, según relata.  

A Jorge Bolívar le gusta cocinar en familia. Siente que representa a las familias pobres de Ibagué porque interpreta sus necesidades. “Soy uno más de ustedes, porque toda mi vida he estado al servicio de los ibaguereños”; se le escucha decir con frecuencia en sus incontables discursos a lo largo de esta campaña. 

De todos los candidatos en contienda, sin lugar a dudas, Jorge Bolívar es el de mayor experiencia y reconocimiento en la ciudad; no en vano, tres encuestas de las firmas más reconocidas en Colombia lo ubican en el primer lugar de preferencias a escasas horas de las elecciones del 29 de octubre.

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