En una larga sesión que se prolongó por más de 8 horas, la plenaria del Senado colombiano debatió y aprobó el Presupuesto General de la Nación para el próximo año. A pesar de que la propuesta había avanzado previamente en las comisiones económicas del Senado y la Cámara de Representantes, la discusión se volvió tensa cuando se sometieron a votación varios artículos que generaron controversia.

Uno de los momentos más álgidos ocurrió cuando el senador David Luna Sánchez, de Cambio Radical, presentó una propuesta en nombre del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF). El CARF expresó serias inquietudes acerca de la sostenibilidad de los ingresos propuestos en el presupuesto, particularmente los 15 billones de pesos que se esperan obtener mediante el arbitraje de litigios. Según Andrés Mauricio Velasco, director técnico del CARF, estos ingresos podrían no ser permanentes y podrían afectar la acumulación de activos a largo plazo, lo que obligaría al gobierno a recurrir a la deuda pública en el futuro.

Otra preocupación del CARF se centró en la cantidad de dinero que se espera recaudar a través de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), estimada en 13 billones de pesos. También se destacaron los riesgos asociados al uso de los artículos 76 y 77 del Estatuto Orgánico de Presupuesto, que permiten aplazar o recortar gastos si los ingresos no se materializan según lo planeado.

El senador David Luna Sánchez criticó el presupuesto de 2024, calificándolo como "de cuentas alegres". Señaló que no aborda adecuadamente la disminución de sectores clave y no se ajusta a la crítica situación económica del país. Además, resaltó que algunos departamentos, como La Guajira, se ven relegados en la asignación de recursos, mientras que a Bogotá se le recortaron 2 billones de pesos.

Así mismo el senador Jonathan Ferney Pulido Hernández, de Alianza Verde-Centro Esperanza, también expresó su preocupación. Argumentó que el presupuesto propuesto es un 19% mayor que el del año anterior, con un aumento de casi 80 billones de pesos. Lamentó que el 61% de este presupuesto, equivalente a 308 billones de pesos, se destine al funcionamiento del gobierno, mientras que solo el 19% se destina a inversión, lo que consideró un desequilibrio inaceptable.

Wilson Arias del Polo Democrático Alternativo expresó su desacuerdo con la reducción propuesta de 3 billones de pesos en el presupuesto destinado a la educación. Resaltó que no se puede pedir una mayor inversión en educación y, al mismo tiempo, reducir el presupuesto destinado a esta área vital.

La senadora Paloma Valencia del Centro Democrático cuestionó la disminución de recursos para la ciencia, innovación y tecnología, alegando que en la era de la automatización y la inteligencia artificial, Colombia debería estar invirtiendo más en estas áreas.

Finalmente, después de intensos debates y votaciones, el Senado aprobó el presupuesto para 2024, permitiendo al Gobierno de Gustavo Petro ejecutar los 502,6 billones de pesos solicitados para funcionamiento, servicio de deuda e inversión. Sin embargo, las tensiones en la discusión ponen de manifiesto las divisiones y preocupaciones en torno a la asignación de recursos y la sostenibilidad fiscal en el país.