Los buses rojos de Bogotá solo tienen recursos para funcionar hasta agosto
Un llamado urgente al Gobierno Nacional para que libere recursos para que los sistemas de transporte masivo de varias ciudades sigan en operación se hizo desde las administraciones locales luego de conocerce la profunda crisis financiera que tiene Transmilenio de Bogotá, cuya operación está garantizada hasta agosto.
Aunque no se estableció el monto del déficit, si se supo que este a aumentado desde la pandenia cuando la flota operaba a toda capacidad sin que hubiera pasajeros en la calles, faltante que se ha ido incrementando con el pasar de los meses.
Ahora bien, Transmilenio no es el único sistema de transporte masivo del país con déficit financiero.
Igual situación se vive en Barranquilla, Pereira, Cali, Bucaramanga, Medellín y Cartagena.
Ante esta situación el Gobierno Nacional anunció anunció un aporte de $300 milmillones para que fueran repartidos en todos los sistemas de transporte masivo.
Sólo Transmilenio dice que requiere para seguir en operación, un billón de pesos.
Esta mañana la alcaldesa Claudia López, se reunió con el viceministro de Hacienda, Diego Guevara, a quien le planteó la situación que vive el sistema de movilización de pasajeros de la Capital.
López dijo que si no se consiguen los recursos la administración del Distrito Capital realizara recortes a proyectos sociales que se adelantan en la ciudad.
Posisión del Gobierno
Sobre el tema el director de Planeación Nacional, Jorge Iván González, dijo que las administraciones municipales deben comenzar a buscar por ellos mismos los recursos para manetener los sistemas de transporte masivo a través de impuestos.
González, en declaraciones esta mañana aseguró que "les exigimos a todos los municipios ya sean grandes o medianos, que mejoren las disponibilidades y las rentas derivadas de las dinámicas urbanas y del suelo. Ese es el gran potencial fiscal del país”.
La crisis financiera que se ahonda hoy en Transmilenio se originó cuando el hoy presidente, Gustavo Petro, fue alcalde de Bogotá y determinó imponer tarifas diferenciales dependiendo del horario de fuincionamiento, lo que según expertos abrió un boquete al estado financiero de la empresa.