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La inminente transición energética en Colombia a combustibles limpios

La sustitución progresiva de la demanda de combustibles fósiles, es uno de los mayores intereses del Gobierno de Gustavo Petro.
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9 Abr 2023 - 10:31 COT por Ecos del Combeima

Desde el Ministerio de Minas y Energía, a cargo de la ministra Irene Vélez, se ha indicado que la transición energética "justa" en Colombia seguirá avanzando de manera gradual, catapultando al país hacia las energías limpias como la solar, hidroeléctrica, eólica y geotérmica.

Por su gran cantidad de ríos, la electricidad en el país proviene principalmente de plantas hidroeléctricas y, en segundo lugar, de los combustibles fósiles, cuyas reservas se están agotando rápidamente.De acuerdo con lo planteado por el Gobierno de Gustavo Petro, dentro de sus prioridades, desde que asumió el poder, tiene el objetivo fundamental de adelantar una transición energética "justa, sostenible y gradual que asegure la soberanía energética" del país.

“El Gobierno del Cambio va por el camino correcto de la transición energética justa, la cual estamos adelantando de manera responsable. Para ello hemos venido trabajando directamente con las comunidades y los jóvenes de diversas regiones del país, porque queremos conocer su visión y sus propuestas para construir no solo la mejor hoja de ruta, sino garantizar la soberanía energética, implementando acciones claras para enfrentar el cambio climático”, señaló días atrás la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez Torres.

Y es que, la transición adelantada por el Gobierno Nacional, gira alrededor de cinco ejes fundamentales: mayores inversiones en energías limpias y descarbonización; la sustitución progresiva de la demanda de combustibles fósiles; una mayor eficiencia energética; la revisión y eventual flexibilización de la regulación para acelerar la generación de energías limpias y la reindustrialización de la economía colombiana.

“Como lo hemos reiterado en distintos escenarios, los tiempos de la transición energética dependerán de los resultados de esos ejes y del avance de la transición exportadora, una economía más diversificada y menos dependiente del petróleo y el carbón”, agregó la titular de la cartera.

Es por ello, que desde el gabinete del jefe de Estado, se exalta el análisis permanente de la evolución de diversos aspectos que involucran esta estrategia integral, como por ejemplo, el comportamiento de reservas de Gas y Petróleo que será presentado en el mes de mayo de este 2023, por la Agencia Nacional de Hidrocarburos, ya que es una fuente clave para la toma de decisiones de política pública.

Otro de los argumentos que expone Irene Vélez, para continuar con la transición energética, hace énfasis en que Colombia cuenta con un alto potencial de energías renovables, especialmente en la región caribe, que trae como beneficio un bajo costo en la producción de electricidad, lo que hace al país altamente competitivo a nivel global para producir hidrógeno verde.

Tanto en la región como a nivel mundial, el país ocupa una alta posición en el uso de energía verde. La mayoría de la energía renovable que se genera proviene de plantas hidroeléctricas, lo que representa 67,2 % (11.974 MW) del total de la matriz energética, según el MinMinas. 

En cuanto a la producción de energía solar y eólica, la cartera ha señalado que las plantas del país tienen una capacidad para generar 1.365 MW. Además, con los proyectos que están en desarrollo se estima que en los próximos años tendrá una capacidad de más de 4.500 MW de fuentes renovables. Según el Departamento de Planeación Nacional, en 2023 Colombia multiplicará 100 veces su producción energética a partir de fuentes no convencionales de energía renovables. De esta manera, el Estado espera cumplir con el compromiso adquirido de la neutralidad del carbono para 2050, lo que implicará una mayor inversión.

En ese orden de ideas, la transición a energías más limpias en los sectores contaminantes y la diversificación de la matriz energética del país serán esenciales. No obstante, los retos en temas energéticos son: hacer más limpios la producción industrial y el transporte, los dos grandes sectores contaminantes a partir de consumo de energías en el país; y diversificar la matriz energética, pues a futuro el consumo de energías eléctricas incrementará, pero las hidroeléctricas no tendrán la capacidad para satisfacer la demanda.