Fueron privados de la libertad tres personas por los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico o porte ilegal de armas de fuego, dentro de las que se encuentra un adulto mayor, quien sería el padre de la víctima presuntamente asesinada.

Se trata de José Educardo Reina Cárdenas, quien, según el ente acusador, habría orquestado el homicidio de su propio hijo con, al parecer, el único interés de quedarse con sus bienes avaluados en aproximadamente mil millones de pesos, correspondientes a una herencia de su madre, que habria recibido en septiembre de 2021 en Ibagué. Las otras dos personas implicadas son: Jorge Leonardo Saa Ángulo y Gildardo Robledo Robledo. 

La víctima mortal sería, Alexander Reina Hernández, de 50 años de edad, comerciante del municipio de Rovira, donde residía y tenía un establecimiento como bar – discoteca, quien había llegado hacia este sector de la ciudad para visitar a una tía y salió un momento a saludar a unos amigos, en este caso a un sastre del sector de la Gaviota que lo recibió en la sala de su casa.

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Según las investigaciones, minutos antes del crimen, Alexánder Reina Hernández se había encontrado con su padre para que le entregara unos recibos, siendo ésta la forma de ‘marcar´ a la víctima y así los sicarios lo identificaran con facilidad. 

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Las pruebas recaudadas por el CTI fueron suficientes para lograr demostrar que estas tres personas se conocían plenamente y habría, al parecer planeado este homicidio del hombre de 50 años. 

Se conoció por personas allegadas que el único que podría estar interesado en acabar con la vida de Alexánder era su padre con quien se encontraba en pleitos por la herencia de su madre, al ser el único heredero, algo con lo que el hombre, de 75 años, no estaba de acuerdo. 
Reina Cárdenas habría contratado a Robledo Robledo para que le ayudáse a conseguir los sicarios sirviendo entonces de intermediario para llegar a Saa Angúlo quien, según los videos de las cámaras de seguridad rastreadas, disparó el arma mientras se desplazaba en una motocicleta de alto cilindraje la cual era manejada por otra persona aún sin identificar.

 Los procesados, quienes no aceptaron responsabilidad, alguna fueron detenidos por personal del CTI, adscrito al Grupo de Vida en coordinación con la Sección de Análisis Criminal y con el apoyo de la Policía Nacional. 

Cabe anotar que en el año 98 el adulto mayor junto con su esposa fallecida, se vieron involucrados en otro homicidio, también por dinero.