Nicolás Galindo un joven de 25 años, quien desde la adolescencia se inclinó por tatuajes, esas impresiones artísticas de la piel donde se plasman obras de arte, nunca se le pasó por le mente que un viaje que había planeado para ir a México para poder cruzar la frontera con el fin de radicarse en Estados Unidos y de esta forma cumplir con sus sueños de superación fuera a perder la vida.

Nicolás un joven quien se caracterizó por su alegría y quien gran parte de su vida vivió en el barrio Bosa Piamonte al sur de Bogotá, con el correr del tiempo se dio cuenta que tenía la habilidad para el dibujo artístico en tinta en la piel y gracias a este don y algunos estudios se profesionalizó en este arte.

Rápidamente se hizo conocer por sus estilos para tatuar y comenzó a ganar unos pesos para poder ayudarle a su pequeño hijo.

Pero Nicolás debido a que lo que probablemente ganaba no le alcanzaba para sus gastos, tomó la decisión de viajar a México con el firme propósito de pasar la línea fronteriza, llegar a los Estados Unidos y radicarse en ese país y ejercer su profesión, donde probablemente iba a ganar un poco más dinero.

El viaje

Una vez recogió sus ahorros y con la plata que recibió de su familia el pasado 25 de octubre salió hacia México y al llegar se encontró con un amigo del barrio (Bosa Piamonte) y ambos viajaron a Monterrey a planear el cruce a territorio americano.

La muerte

Pasaron unos días y de una,  salieron para Reynosa (norte de México) punto elegido para llegar a Estados Unidos y Nicolás según narra el amigo bajó hasta la orilla del río, se quedó observando el caudaloso afluente y según versiones se lanzó y comenzó a nadar con el fin de llegar al otro lado y cruzar la frontera.

Versiones apuntan a que Nicolás alcanzó a nadar un buen tramo y cuando llegó a la mitad se sumergió y nunca más salió ahogando sus sueños.

Allegados se encuentran desconcertados por esta versión que les parece muy extraña y piden una investigación.  Pero la preocupación es grande por parte de la familia porque a que no tienen dinero para poder traer el cuerpo de su ser querido, debido a que repatriarlo les cuesta $ 25 millones de pesos.