“Yo hablo fuerte porque yo soy es caleña, yo no soy mojigata ni tolimense”: juez dice que grita en plena audiencia porque ese es su tono de voz
En una audiencia de medida de aseguramiento se terminó convirtiendo en una pelea entre una jueza y el abogado defensor del caso, todo eso empieza cuando la togada utilizó el término de “novela” para resumirle todo lo contado a la víctima, ya que él llegó tarde a la citación que se llevaba de forma virtual.
Lo anterior generó molestia en el profesional del derecho, quien le pidió de forma airada respeto a la jueza aludiendo que el “no le viene a plantear ninguna novela, respete señora juez”, y cuando nuevamente terminó su intervención la mujer lo llamó “vulgar”, ya que ella no le había autorizado el uso de la palabra, dándole nuevamente el espacio a la supuesta víctima.
El abogado defensor del caso es Daniel Neira, quien es oriundo de Rovira Tolima, y es el representante legal de los dos policías que están siendo procesados en el caso, y pidió que estos dos sujetos fueran puestos en libertad.
Pero lo más fuerte de la audiencia fue cuando la jueza dijo que “yo hablo fuerte porque yo soy es caleña, yo no soy mojigata ni tolimense”, esto generó más molestia en el abogado Neira, quien nuevamente le pidió respeto añadiendo que se sentía orgullosamente de ser tolimense.
Lo que fue evidente durante la diligencia fue la gran diferencia que hay entre abogados y juez, quienes durante la parte final de la audiencia se hablaron duro y se contradijeron en los argumentos expuestos por cada una de las partes.
En contexto
Todo este caso arranca en el 2020 cuando los dos policías en su actuar se encontraban en el departamento de la Guajira realizando un retén, allí pararon a la que hoy en día es la presunta víctima, el cual se movilizaba en un vehículo con placas venezolanas y su permiso para movilizarse en territorio colombiano para aquella época estaba vencida, pero por todo el Estado de Emergencia por la pandemia, el expresidente Duque había alargado estas licencias.
Después de todo lo sucedido con lo del permiso, la victima denuncia que los policías presuntamente le solicitaron 2 millones y medio de pesos para no inmovilizarle el carro, a lo que el abogado defensor niega rotundamente.