Adulta mayor denuncia negligencia de parte de las autoridades en caso de violencia intrafamiliar

María Isanori Ospina, una mujer de 73 años, ha denunciado públicamente la difícil situación que enfrenta luego de acusar a su expareja, Luis Apolonio Cabezas Rubiano, de violencia intrafamiliar. A pesar de contar con una medida de protección, asegura que las autoridades locales no han garantizado su cumplimiento, permitiendo que los hostigamientos en su contra continúen.
Ospina relata que convivió con Cabezas Rubiano durante 28 años y que juntos construyeron una vivienda en un terreno cercano a una quebrada. Sin embargo, tras la separación, su expareja habría tomado represalias. En octubre del año pasado, después de presentar una denuncia formal, la policía judicial intervino, pero la situación, lejos de mejorar, se agravó. Según la víctima, su expareja le cortó el suministro eléctrico y, con ayuda de familiares, quemó su ropa y sus pertenencias.
Aunque le fue otorgada una medida de protección de segundo grado, Ospina denuncia que esta no se ha hecho efectiva. Afirma que el comisario, el inspector, la personería y el alcalde estarían favoreciendo a su agresor e ignorando sus denuncias.
"Aquí todo fue al contrario, sacaron la cara por él", expresó con frustración, señalando que su expareja ha intentado despojarla de la vivienda en la que ha vivido por casi tres décadas.
La mujer asegura que, aunque su hija ha intentado apoyarla, el acoso por parte de Cabezas Rubiano y su familia persiste. Recientemente, su expareja habría llevado puertas al lugar con la intención de instalar nuevas divisiones y forzarla a salir de la única habitación en la que actualmente reside. Según Ospina, esto sería parte de una estrategia para desalojarla y apropiarse de toda la propiedad.
Su situación se complica aún más debido a su condición económica, ya que no tiene los recursos para costear un abogado que la ayude a reclamar legalmente su parte del inmueble. Además, vive con su hijo en condición de discapacidad, lo que agrava su vulnerabilidad.
"Estoy desamparada, solo Dios nos cuida", manifestó con preocupación.
Ante este panorama, María Isanori Ospina hace un llamado urgente a las autoridades y a cualquier entidad que pueda brindarle asistencia legal y protección efectiva.