Lupus: una enfermedad sin cura
En los últimos años se ha detectado un mayor número de casos, incremento que, según los especialistas, se debe al mejor conocimiento de la enfermedad y a las técnicas de laboratorio que permiten diagnósticos cada vez más precoces. Sin embargo, el pronóstico del lupus ha mejorado considerablemente a lo largo de las últimas décadas de modo que, si en los años 70 la tasa de supervivencia de los pacientes no superaba el 50 por ciento, en la actualidad la enfermedad se ha cronificado y la esperanza de vida de quienes la padecen es equiparable a la de la población sana. La Sociedad Española de Reumatología recomienda una serie de precauciones que contribuyen a controlar la enfermedad y conseguir una mayor calidad de vida de los pacientes.
Recomendaciones
- Los enfermos de lupus deben seguir una dieta completa, sana y equilibrada. En principio, no hay ningún alimento que resulte perjudicial para el paciente pero en los casos en los que la enfermedad afecte al riñón o cause hipertensión, se aconseja restringir el consumo de comidas saladas o condimentadas.
- La exposición a la luz del solar podría ser un factor potenciador de la patología. Muchos pacientes desarrollan fotosensibilidad a los rayos ultravioletas y la lesión más conocida es el enrojecimiento y erupción de la piel de la cara, las mejillas y la nariz (eritema en alas de mariposa). Por esta razón es aconsejable evitar la radiación solar y utilizar siempre cremas protectoras.
- Al tratarse de una enfermedad que afecta al sistema inmunológico, que es el encargado de defender al cuerpo de los agentes infecciosos, es importante tomar precauciones frente a posibles infecciones y tener la cartilla de vacunación al día.
- Las mujeres en edad fértil son población especialmente vulnerable al lupus. Hasta hace unos años, el embarazo estaba contraindicado en este tipo de pacientes pero los avances en el tratamiento de la enfermedad han disminuidos los riesgos. Sin embargo, las mujeres embarazadas con lupus todavía tienen mayores probabilidades de sufrir un aborto o un parto prematuro que las mujeres sin esta patología. Los bebés suelen nacer sanos, si bien en ocasiones pueden presentar algún tipo de lesión durante los primeros meses de vida que desaparece con el tiempo. El principal peligro para la madre y el niño se produce cuando el lupus está activo, se están tomando medicamentos dañinos para el feto o la enfermedad presenta complicaciones graves como nefritis u otras patologías.
- El lupus es una patología crónica. Los pacientes deben someterse rigurosamente a los controles médicos y consultas con el reumatólogo que sean necesarios, así como seguir los tratamientos (por lo general, de larga duración) que correspondan. La disciplina y la constancia les ayudarán a convivir con la enfermedad y a disfrutar de una mayor calidad de vida.
- La enfermedad altera, en ocasiones, la imagen corporal; además, su origen desconocido, el hecho de que no tenga cura y el temor a que afecte a varios órganos a la vez puede generar una sensación de pesar en el enfermo. Es recomendable buscar apoyo familiar y profesional para evitar caer en estados depresivos.
Los médicos y especialistas desempeñan un papel clave en este sentido, como recoge el corto La manada del Lupus, una obra creada por César Ríos protagonizada por Vanesa Romero (Aquí no hay quien viva y La que se avecina) y Daniel Avilés (Los Protegidos) con el objetivo de dar a conocer esta enfermedad entra la población. “El paciente de lupus necesita ver que el médico está ahí porque es una de las personas que mejor entiende la enfermedad y todo lo que está pasando”, declaró la actriz en una entrevista exclusiva para DMedicina.
Síntomas del lupus
El lupus una patología muy heterogénea que afecta a todo tipo de personas (mujeres en edad fértil, niños, ancianos,…) y a cualquier órgano o sistema del organismo (articulaciones, músculos, piel, riñón, pulmón, etcétera). La diversidad de sus síntomas complica muchas veces su diagnóstico, por eso es importante permanecer alerta ante cualquier signo o alteración en el organismo que pueda ser un indicio de lupus. Estos son algunos de los síntomas más frecuentes:
Síntomas articulares y musculares
El 90 por ciento de los pacientes con lupus padecen dolor e inflamación en las articulaciones (artritis) en manos, muñecas, codos, rodillas y pies con más frecuencia. También es posible que aparezca rigidez articular por las mañanas.
Síntomas dermatológicos
La lesión más conocida, aunque no la más frecuente, es la denominada “eritema en alas de mariposa”, que consiste en un enrojecimiento y erupción de la piel de la cara, mejillas y nariz. Estos síntomas aparecen en el 80 por ciento de los pacientes y muchos de ellos empeoran con la exposición al sol, por lo que deben evitarla.
Síntomas cardiacos y pulmonares
Según la Sociedad Española de Reumatología, se estima que un 25 por ciento de las personas a las que se les diagnostica lupus puede padecer afecciones relacionadas con el corazón. Esto se debe a que la capa de revestimiento del corazón (pericardio) se inflama por la enfermedad. Esta inflamación también se produce en las membranas de revestimiento de los pulmones (pleura), aunque aquí la incidencia asciende al 50 por ciento de los casos. Como consecuencia se origina pericarditis y pleuritis. Ambas patologías tienen síntomas parecidos: dolor torácico y fiebre. En otras ocasiones, el lupus afecta a los pulmones o a las válvulas del corazón, ocasionando insuficiencia cardiorrespiratoria.
Síntomas renales
El lupus afecta a los dos riñones de manera simultánea. La lesión más frecuente es la inflamación (nefritis), que a veces impide que el riñón elimine adecuadamente los residuos del organismo y estos se acumulan en la sangre. Debido a esta inflamación, el riñón se ve incapaz de asimilar y retener proteínas, con lo que se eliminan por la orina y se produce una hinchazón de cara y piernas. Estas afecciones pueden producirse hasta en el 45 por ciento de los pacientes.
Síntomas neurológicos
Los enfermos de lupus pueden presentar trastornos psiquiátricos, cefaleas, estados confusionales, afectación en los nervios periféricos y convulsiones, entre otros. En ocasiones, la enfermedad se manifiesta con depresiones o situaciones de hiperactividad. Son manifestaciones muy frecuentes en la población general y puede deberse a una inflamación cerebral por lupus o por otras circunstancias. Asimismo, es posible que la depresión no se desencadene directamente por la enfermedad, sino porque el paciente se deprime al saber que se enfrenta con esta patología, de origen desconocido y que puede afectar a tantos órganos del cuerpo.
Síntomas hematológicos
En ocasiones, el lupus puede producir una disminución del número de células sanguíneas de cualquier tipo. Así, la leucopenia o descenso de glóbulos blancos puede ser muy frecuente entre los enfermos, y también la anemia, en especial durante el desarrollo de la enfermedad.
Síntomas del aparato digestivo
Vómitos, diarrea, pancreatitis, alteraciones hepáticas o peritonitis aparecen a veces como consecuencia del lupus, aunque este tipo de síntomas se dan con menor frecuencia.
Otros síntomas generales de la enfermedad son el cansancio y la fiebre prolongada sin una razón aparente, la caída del cabello y la hipersensibilidad a los rayos ultravioletas.