Para tener una buena dinámica de sexting (envío de mensajes y fotografías eróticas por teléfono o chat) hay que despojarse de cualquier asomo de pudor o vergüenza. Hay que tener agallas para quitarse la falda en la mitad de una jornada laboral y tomarse una foto en un baño (celular en silencio, eso sí). O para subirse el vestido, darle la espalda al espejo de la casa de la tía, sacar una linda postal –mitad desnuda, mitad vestida– y enviarla a nuestra pareja.

Acompañar la foto con un par de líneas no está de más. Una sola palabra es capaz de evocar un sentimiento erótico. Es un juego ideal para una pareja estable que quiere mantener el erotismo en la distancia, que quiere esquivar la monotonía, tan común en las relaciones que atraviesan años y años de cotidianidad. Así lo confirmó el más reciente estudio del profesor de desarrollo humano de la California State University, Robert S. Weisskirch, titulado Sexting y el apego romántico adulto. 

En el informe el profesor afirma que este tipo de prácticas resultan más comunes en relaciones duraderas, que tienen un nivel de compromiso alto, que en individuos de encuentros esporádicos.  Las personas que cuentan con una relación estable no se preocupan por el qué dirán o por el ridículo a la hora de realizar estas imágenes. Simplemente identifican un juego atractivo que puede subir los ánimos del otro y envían la foto con confianza plena en el receptor del mensaje.

Las palabras de Weisskirch dejan ver que el envío de mensajes calientes entre dos personas que se tienen plena confianza puede generar una interacción que revitaliza una relación. Por lo general las parejas acuden al sexting cuando alguno de los dos está lejos o ha pasado mucho tiempo desde el último encuentro sexual, razón por la que una imagen en ropa interior o un desnudo, no necesariamente explícito, pueden activar la ansiedad por el siguiente encuentro sexual.

“El sexting es una forma de evadir las limitaciones corporales. Excita inmediatamente, sobre todo si el mensaje llega en el momento menos esperado y sin previo aviso”, me confesó mi novio cuando le pregunté por qué disfrutaba las imágenes que ocasionalmente le envío, especialmente cuando estoy lejos.

No hay reglas precisas que rijan el arte de chatear con erotismo. Cada pareja construirá sus propios códigos, pues a cada persona lo motivan diferentes elementos. Hay quienes aprecian más la literalidad y el lenguaje explícito o aquellos que prefieren un juego insinuante y provocador antes que lo evidente. La clave está en conjugar aquello que sabemos que nuestra pareja disfruta y lo que somos capaces de hacer. No es fácil despojarse de la vergüenza y, claro, de la ropa, para tomar fotografías de nosotros mismos y enviarlas a través de ese misterioso mundo del internet como si se tratara de memes o casuales instantáneas de comida, tan típicas de las redes sociales.

Y como todo aprendizaje adulto, este debe hacerse de manera gradual. ¡La primera foto que le vamos a enviar a nuestra pareja no será completamente desnudas en el baño de un restaurante muy concurrido! Se empieza por prescindir de algunas prendas, sostener el brasier en la mano mientras nuestra camisa revela su ausencia.  Una falda en el piso y las piernas imponentes en el reflejo del espejo, una blusa que se abre botón por botón... ¡Hay tantas posibilidades! Progresivamente el pudor irá desapareciendo y enviar una imagen erótica será tan natural como sacar una foto de un gatico haciendo un gesto dulce. Eso sí, ojo con los emoticones tiernos a la hora de mandar este tipo de mensajes; las caritas felices, los corazones y los animalitos no son los mejores acompañantes de esta dinámica. Recuerda que la idea es crear un ambiente sensual, cargado de intenciones salvajes, más que románticas. Ya habrá espacio para las declaraciones amorosas; el sexting apunta a encender la mente con imágenes y posibles panoramas candentes.

El sexting, además, es una gran herramienta para decir textualmente lo que queremos que nos hagan en próximos encuentros. Muchas mujeres no suelen decirlo frente a frente, ya que se les dificulta pedir lo que saben que las excitará pero nunca han probado con su pareja. Así que revelar fantasías vía whatsapp puede ser un excelente mecanismo para sorprender a nuestra pareja e, igualmente, confesar aquellos guiños que nos llevarán a conseguir el placer. No se necesita nada más que un celular y un poco de imaginación.
Tips para el sexting

1. No es recomendable acceder a esta práctica con parejas a las que no les tenemos suficiente confianza, ya que no sabemos dónde pueden terminar las fotos.

2. Escribir mensajes calientes que no se tornen burdos u ordinarios no es sencillo, por eso es necesario cuidar cada palabra, releer el mensaje antes de enviarlo y tratar de componer frases excitantes que no caigan en lo grotesco.

3. Nunca lo hagas por obligación. Si no sientes la intención natural de hacerlo pero te presionan, olvídalo. No saldrá bien si no surge por iniciativa propia y orgánica.

Fuente Revista Cromos (Leer Nota Original)