Mi carta al Niño Dios
Querido Niño Dios. Son muchas cosas por las cuales hoy quiero agradecerte, pero son más las que quiero pedirte no solo en nombre mío, sino en nombre de los colombianos, los tolimenses y los ibaguereños. Espero puedas ser generoso y nos ayudes.
Divino Niño, regálanos mucha paciencia para soportar los dos años que quedan del gobierno del presidente Petro. Lo elegimos con la esperanza de un cambio, y parece ser que lo único que cambió fue el Modus Vivendi de sus más cercanos colaboradores. Regálale esa prudencia que hace verdaderos sabios para que termine con dignidad el mandato y comprenda que su desempeño ha sido tan reducido que no le alcanzará para vendernos un candidato suyo en el 2026, pues no lo compraríamos ni porque estuviéramos en Black Friday.
Oh, Adonai potente, tráenos con tu llegada, progreso y desarrollo para el Tolima. Que el Consejo de Estado no siga tumbando alcaldes en los municipios, y que los niños débiles de Coyaima, Ataco y Alpujarra no se queden sin lo del PAE y muestren fuerte brazo. Dulcísimo niño que no se siga matando más gente en la vía Alvarado y que los encargados del tránsito en el Tolima les pongan freno a los desenfrenados en las carreteras. Que la gobernadora Matiz se aleje de las disputas internas de su movimiento político de cara a las elecciones, y que la gerente de la Fábrica de Licores no siga regalando botellas de Rosado y haciendo tanto evento en medio de la crisis por la que atraviesa la licorera.
Lirio de los valles que algunos colegas de radio dejen de estar poniendole “ismos” a los apellidos de los políticos para inflarlos y mostrarlos fuertes, y que en esta navidad acepten el vino y las galletas de los gobernantes, sin que eso comprometa su imparcialidad y responsabilidad periodística.
Sácanos oh niño con tu blanca mano de esa agonía de los trancones ibaguereños. Oh lumbre de oriente, que construyan el puente de la 60, el viaducto de Mirolindo y que de una buena vez conecten la 94 con la Ciudadela. Sol de eternos rayos, que la alcaldesa Aranda deje de grabar tanto contenido para las redes sociales y que se ponga las botas para ver un poco más allá de la Plaza de Bolívar y de las aspiraciones del ingeniero Hurtado.
Espejo sin mancha, santo de los santos, que los diputados y concejales trabajen más duro en necesidades reales de la ciudadanía, y no en tanta celebración de días como el de la chicha o el plátano o de la galleta ajedrezada de 300 pesos porque alguien descubrió que a esas se las inventaron acá.
Borra nuestras culpas, salva al desterrado, y que el Deportes Tolima gane esta noche la cuarta estrella, para que podamos suspirar, y para que el secretario de gobierno Edward Amaya, tenga la oportunidad de ver, como celebramos los hinchas del Tolima en sana paz. Amén.