El pasado 18 de marzo se conoció que Santiago Hurtado de 19 años, acusado de feminicidio agravado en el caso de Sharit Ciro, estudiante de Artes Plásticas de la Universidad del Tolima, sufrió una violenta agresión mientras permanecía detenido en la Permanente de Ibagué.

Inicialmente, se filtró a los medios que Hurtado habría recibido una brutal golpiza por parte de otros internos debido al delito que se le imputa. Sin embargo, las autoridades desmintieron esta versión y aseguraron que se trató de una riña aislada, sin relación con el feminicidio de la joven.

No obstante, Econoticias obtuvo pruebas que confirmarían que el ataque sí fue una represalia. Según fuentes cercanas, Hurtado no solo terminó con un ojo morado, sino que también presentó laceraciones y una evidente inflamación en el rostro. Fotografías obtenidas por la redacción judicial de este medio, evidencian una hinchazón en la nariz, y aunque en un principio se mencionó una posible fractura del tabique, esta información no pudo ser verificada debido a la falta de acceso a su historia clínica.

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Ecos del Combeima

Además, se conoció que su reclusión en ese patio no fue una coincidencia, sino que presuntamente se buscaba que los internos lo "ajusticiaran". La misma suerte estaba destinada para Brandon Archila, de 21 años, otro capturado por el caso, pero tras la gravedad de la agresión a Hurtado, la orden de golpearlo habría sido suspendida.

Este caso pone en evidencia las irregularidades que se estarían presentando en la Permanente de Ibagué, donde han surgido denuncias sobre presuntos "ajusticiamientos" permitidos por el capitán Jeiner Bautista, encargado del establecimiento. Pese a que el lugar alberga a personas señaladas de cometer delitos, el Estado sigue siendo responsable de su integridad mientras permanecen bajo su custodia.

La situación en la Permanente de Ibagué sigue generando controversia, y se espera que las autoridades competentes investiguen estos hechos para determinar responsabilidades.