Colegio Alberto Castilla de Ibagué en crisis de seguridad tras derrumbe de muro perimetral
La comunidad educativa del colegio Alberto Castilla, ubicado en el barrio Topacio de Ibagué, enfrenta una grave crisis de seguridad tras la demolición de un muro perimetral que representaba un riesgo estructural. La caída del muro dejó a la institución vulnerable, siendo ahora el objetivo de robos y vandalismo, lo que ha generado alarma entre padres, estudiantes y personal docente.
La coordinadora del colegio, Selene, informó a Ecos del Combeima que la situación se ha vuelto crítica, con más de 771 estudiantes de primaria en riesgo debido a la falta de una barrera física adecuada. La demolición del muro se llevó a cabo por razones de seguridad, ya que estaba en peligro de colapsar, pero esto dejó al colegio expuesto, lo que ha permitido que "amigos de lo ajeno" se infiltren y roben materiales y equipos esenciales para el funcionamiento de la institución.
Entre los objetos sustraídos se encuentran mangueras, cables eléctricos e incluso partes de la infraestructura de los baños. La situación ha empeorado hasta el punto en que el área de preescolar se encuentra sin energía eléctrica debido al robo de cables de luz. Además, el personal de seguridad de la institución ha sido amenazado, lo que agrava aún más la situación.
La Secretaría de Educación ha asignado un presupuesto de 36 millones de pesos para la reconstrucción del muro, pero mientras tanto, el colegio continúa siendo vulnerable. La coordinadora hizo un llamado urgente a las autoridades locales para que proporcionen apoyo adicional en materia de seguridad, especialmente durante los fines de semana, cuando la vigilancia es insuficiente.
La comunidad educativa solicita la asignación de más personal de seguridad para proteger a los estudiantes y las instalaciones, mientras se completa la reconstrucción del muro. La situación ha generado gran preocupación, ya que, además del impacto en la seguridad física, el constante vandalismo afecta el entorno educativo y la moral de los estudiantes y el personal.
El colegio espera una respuesta pronta de las autoridades para evitar que la situación continúe deteriorándose.