En medio de la actual situación económica del país, los arroceros enfrentan una grave crisis debido a diversos factores que han impactado negativamente el precio del grano en el mercado. En busca de una mayor comprensión de esta problemática, Econoticias tuvo la oportunidad de dialogar con dos representantes del gremio, quienes compartieron su visión sobre lo que está sucediendo en este sector económico clave.

Rafael Hernández, gerente general de Fedearroz, expresó que la movilización de los productores de arroz en varias zonas del país es una respuesta directa a la caída del precio del producto, lo que genera incertidumbre sobre el futuro de la industria. Según el gerente de Fedearroz, el recurso destinado por el Gobierno de 19 mil millones de pesos no es suficiente para satisfacer las necesidades del gremio.

"Inicialmente se planteó aumentar el recurso a 61 mil millones de pesos, pero debido a las dificultades fiscales que enfrenta el Gobierno, se ha propuesto una cifra de 41 mil millones. Aunque estos recursos no son suficientes, podrían tener un impacto positivo hacia el mes de septiembre", señaló Hernández.

La situación se agrava debido a que el Gobierno se ha mantenido firme en su decisión de no incrementar el incentivo, manteniendo su meta en 19 mil millones de pesos.

Como solución para evitar esta crisis en el gremio de los arroceros, se ha planteado la construcción de distritos de riego que permitan sembrar arroz en el segundo semestre, especialmente en los Llanos Orientales, donde las condiciones son propicias para este cultivo. Además, se propone distribuir la siembra entre ambos semestres, lo que eliminaría la estacionalidad de la cosecha y brindaría mejores posibilidades a los productores.

Sin embargo, para lograr estas mejoras, se requiere una inversión pública significativa, y según el gerente de Fedearroz, hasta ahora no ha existido la voluntad por parte del Estado para llevarla a cabo.

Además, se suma la preocupación por el fenómeno del niño que se aproxima y cuya magnitud aún es incierta. Por esta razón, es crucial garantizar la conservación del arroz producido.

El precio del grano ha experimentado una caída del 22% y se vende por debajo de los costos de producción, lo que afecta gravemente a los agricultores. Según los representantes del gremio, un margen de ganancia entre el 10% y el 15% sería un precio justo de venta.

El gerente de Fedearroz espera que el gobierno reconsidere el aumento del incentivo al almacenamiento para los productores de arroz, como una medida urgente para salvaguardar el sustento de los agricultores.

Por su parte, Gabriel Márquez, presidente del Comité de Arroceros de Ibagué, enfatizó que este problema se ha planteado desde hace mucho tiempo y que las grandes industrias del arroz deberían ser más solidarias con los agricultores y trabajar conjuntamente en toda la cadena de producción.

Márquez señaló que la disminución en el precio del arroz no afecta a los consumidores finales, ya que no se ha reflejado en una reducción en los precios en las tiendas.

El presidente del comité de arroceros hizo referencia al lema del Gobierno del cambio, y señaló que hay aspectos que no deberían modificarse, ya que están funcionando. Además, destacó que la ministra ha propuesto centrarse en la infraestructura y reducir los incentivos, lo cual es válido, pero mientras esas obras comienzan, el incentivo actual es el que mantiene vivo al sector arrocero.

La crisis de los arroceros continúa generando preocupación en el país y requiere una pronta atención por parte de las autoridades y los actores involucrados en el sector. La búsqueda de soluciones y el diálogo entre los diferentes actores se presentan como fundamentales para superar esta difícil situación y garantizar el desarrollo sostenible de la industria arrocera en Colombia.