Abecé para prevenir el lavado de activos en instituciones financieras de Colombia
Colombia es la cuarta economía más grande de América del Sur y ha experimentado un crecimiento sin precedentes en los últimos años, atrayendo a inversionistas globales. Con todas las nuevas oportunidades comerciales, los delincuentes también han comenzado a explotar las lagunas del sistema, cometiendo delitos financieros como el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.
Los organismos encargados de hacer cumplir la ley colombiana han estimado que hay alrededor de $20 mil millones en el país directa o indirectamente relacionados con el lavado de dinero, lo que representa el 6% del PIB anual de Colombia, según los informes más recientes.
Los bancos se hallan en la primera línea de la costosa batalla contra el lavado de dinero. En 2020, las instituciones financieras gastaron $213.9 mil millones en cumplimiento de delitos financieros a nivel mundial, un 18 % más que en 2019.
En tanto, estimaciones recientes fijan el impacto del lavado de dinero entre el 2 y el 5 % del PBI mundial, es decir, alrededor de $800 billones. Esto significa que 2 trillones fluyen hacia manos de terroristas y de traficantes cada año, según datos de Naciones Unidas.
Hoy en día, el crecimiento exponencial de las transacciones fraudulentas y de las nuevas formas de realizar operaciones ‘cross-border' llevaron a que las instituciones financieras, además, se encuentren expuestas a multas. Esto puede generar daños significativos en su reputación, lo cual afecta negativamente la confianza y la valuación de la compañía ante potenciales inversores y accionistas.
“Durante muchos años, las organizaciones se han manejado de buena manera con sus entornos de Prevención de Lavado de Activos y Financiamiento del terrorismo, PLAyFT o procesos Anti Money Laundering, AML heredados, sin ver la necesidad que impone el mercado de innovar. Ahora vemos que la ecuación ha variado: las organizaciones de servicios financieros con visión de futuro están adoptando la modernización en todo el ciclo de vida de compliance y prevención de lavado”, explicó Diego Gómez, country manager de Celeri para Colombia.
En esta dirección, Gómez agregó que algunos puntos clave en donde las organizaciones están innovando son la debida diligencia de conocer al cliente, el monitoreo de las transacciones, las alertas para que los analistas focalicen su investigación bajo los parámetros de riesgo establecidos, la gestión de casos y la presentación de informes.
Aminorar los riesgos
Manejar el riesgo emergente y la detección de anomalías utilizando matrices de riesgo conforme el registro de transacciones y análisis de gráficos.
Ayudar al monitoreo específico de segmentos de clientes de alto riesgo.
Optimizar la automatización de la gestión de casos.
Ofrecer funciones sólidas de administración, documentación y gobernanza de modelos.
Optimizar la puntuación de riesgos utilizando técnicas algorítmicas para identificar patrones en base a la utilización de datos históricos de seguimiento de transacciones.
Herramientas tecnológicas adecuadas
La tecnología en la nube ha transformado para siempre a las empresas y el panorama de sistemas. La convergencia de la tecnología de compliance y prevención de lavado, en conjunto con la nube, ofrece una solución única e integrada de software como servicio (SaaS) que atiende a toda la cadena de valor del cliente en su experiencia financiera, incluidos el proceso de KYC, el monitoreo de transacciones e informes regulatorios.
“De nuestro lado, buscamos lograr el equilibrio adecuado entre la precisión y la velocidad, siendo aliados de todos los agentes de las entidades financieras: brindando la herramienta al sector de sistemas a su favor, dándole respaldo al área de compliance para que pueda focalizar su tiempo en el monitoreo de transacciones, en su estrategia de planificación de aplicación de normas y no en la carga de información manual, además de generar un CRM y una base de datos de los clientes ágil y centralizada”, concluyó Gómez.