Sin programas como Mi Casa Ya sería imposible tener vivienda propia en Colombia
La investigadora de la Universidad de Los Andes, María del Pilar López, aseguró que gracias al programa de gobierno Mi Casa Ya, ha sido posible que muchos hogares colombianos hayan cumplido su sueño de tener casa propia.
En el Congreso Nacional de la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, que se realiza en Barranquilla, la profesora dijo que el programa Mi Casa Ya tiene dos beneficios uno es un subsidio a la vivienda y el otro es la cobertura a la tasa de interés en los primeros siete años.
Pero eso ha ido cambiando a medida que pasa el tiempo, señaló la experta y ha evolucionado, arrancó en 2015 para personas con ingresos entre uno y cuatro salarios mínimos y en 2017 se amplía a un grupo de hogares entre uno y 4 salarios mínimos más amplio entre 0 y 4 salarios mínimos.
Hogares beneficiarios del programa han aumentos a lo largo del, tiempo, desde 2017 cuando se dio el cambio en la focalización del mercado
Para 2021 el plan habitacional había llegado a más de 300 municipios, pero sólo 10 de ellos concentran más del 50% del programa, beneficiando a más de las personas entre y dos salarios mínimos de ingresos.
Señaló que hay que focalizar los subsidios para las personas entre cero y dos salarios mínimos o para los informales que también tiene derecho a una vivienda digna.
“Sabemos que los recursos son limitados y por ello hay que hacer buen uso de ellos, no se deben cerrar las puertas del crédito” sostuvo la académica.
Para López es fundamental que el Gobierno vuelva al programa de casas gratis, que tienen un impacto inmenso en la sociedad.
Sobre la coyuntura actual de altas tasas de interés, alto precio del dólar que afectan la industria edificadora, la señora López, dijo que aunque son subsidios a la demanda del Gobierno Nacional y si la oferta no crece al mismo tiempo, hay problemas, pero hay que saber claramente hacia dónde se dirigen esos recursos. Hay que saber cómo se van a orientar esos dineros.
Aseguró que el sector de la construcción es un buen mitigador de este tipo de choques ya sea por el lado de la demanda y por el lado de la oferta crea una serie de dinámicas de empleo o de economías de escala que hacen que el impacto de las crisis sea menor.