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¡Los que son en donde son!

Tuvieron que pasar 12 jornadas para que Alberto Gamero se diera cuenta de una realidad que únicamente era invisible para él: Marco Pérez en punta y Sebastián Villa por derecha le cambian la cara al equipo.
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EL ESPECTADOR
1 Abr 2018 - 11:23 COT por Ecos del Combeima

 

Alberto Gamero dejó de 'experimentar', su absurda "rotación" y su infinita terquedad no viajaron a territorio antioqueño y así quedó reflejado en el funcionamiento del equipo, que se vio muchísimo mejor cuando el estratega samario atendió por fin las 'súplicas' de la crónica deportiva de esta capital: ubicar a los jugadores en las posiciones en las que más rinden.

Ayer Sebastián Villa tuvo un funcionamiento superlativo como extremo por el costado derecho, y -dándole la razón a la prensa y a la misma afición- le 'abrió los ojos' al estratega samario, que era el único que entendía -sin argumentos válidos- que debía jugar con perfil cambiado, como si acaso no se diera cuenta que allí no tenía la misma productividad.

Caso similar al que sucedió con Marco Pérez, quien ya había sido goleador del Deportes Tolima jugando como 9, sin embargo, Gamero, al parecer no contento con la 'jugosa' cantidad de goles que 'El Tío' anotó actuando en esa posición, en el 2018 había insistido siempre en ubicarlo por la banda derecha, en donde luce torpe y poco o nada le genera al equipo.

Villa por derecha y Marco Pérez en punta, una fórmula que ya estaba descubierta y que el director técnico de los 'Pijaos' se había negado rotundamente a implementar, dejando como resultado un equipo que antes de ayer no prometía absolutamente nada y que estaba haciendo firmes méritos para convertirse en una de las 'cenicientas' del campeonato.

El partido ante Rionegro fue 'redondo' porque estuvieron los que son en donde son.