El poder del voto trasciende cuando está bien informado, yse siente cuando el territorio crece y se desarrolla, y cuando además, actúa como garantía para elegir al mejor y no al más popular de los candidatos. El voto no podrá ser un boleto, y su poder estará siempre en la propuesta y no en la apuesta. 

No podemos seguir creyendo en promesas politiqueras,deberíamos votar por un buen programa de gobierno, liderado por un candidato autónomo, serio y respetuoso desus electores. Tampoco debería tratarse de un pulso político de ¨ismos¨, que sobran en todas partes, pues las regiones y sus municipios no aguantan más promesas incumplidas, de clanes y caciquismos, donde impere la vieja estructura política, el clientelismo y el nepotismo.

En estas próximas elecciones donde Colombia elegirá 32 gobernadores, 418 diputados, 1.102 alcaldes y 12.063 concejales, se podría tener un giro de 90 grados, si logramos convocar e imponer el voto informado sobre el voto amañado; haciéndolo con pedagogía y patriotismo, como pretende hacerlo el programa ¨El poder del voto¨ que viene desarrollando por todo el país la Registraduría, Defensoría y Procuraduría; pero que desafortunadamente, para el caso de la Registraduría Nacional, no ha logrado sobreponerse a tanta incredulidad, generada en las pasadas elecciones.

Caso contrario a lo señalado por la misma Procuraduría en su Circular No. 002, donde exhorta a candidatos para que sus propuestas sean concretas, viables e impactantes sobre el desarrollo de sus comunidades;recordándoles además, que en caso de ser elegidos, el programa de gobierno será de obligatorio cumplimiento, sopena de exponerse, a un proceso de revocatoria de mandato.

Con todo el desgreño administrativo que vive el país y la mayoría de sus municipios, debería ganar quien logre trasmitir la fuerza de la transparencia en su diario vivir y en su programa de gobierno. Esa diafanidad requerida, no podrá ser trasmitida por todos los candidatos, y menos sustentada, pues más de un aspirante, tendrá que declararse impedido para abanderarla, porque sucurriculum y modo de vida, no se los permite. Es que algunas hojas de vida, parecen más bien, un frondoso prontuario.

Todo lo visto en estas elecciones regionales, hasta el día de hoy, ha sido pura mecánica electoral, y eso tiene en vilo los sueños comunitarios, que esperan soluciones concretas a sus problemas y falta de oportunidades. No se escucha ni se siente la fuerza de las ideas, ni los propósitos de ciudad, y ello ha generado un pesimismo generalizado.

El Tolima como su capital, deberían estar por encima detodo aquello que lo ha mantenido en estado crítico. Es que llevar 20 años, con 3, 4 y hasta 5 punto por encima de la media nacional en materia de desempleo, más que absurdo es aberrante. Por ello, cuando la gente revise los programas de gobierno presentados ante la Registraduria Nacional, y escuche los aspirantes, se podrán imaginar como invertirán el presupuesto municipal, que para el caso de Ibagué, superará a valor futuro, los 4 billones de pesos, durante el próximo periodo gubernamental, de los cuales cerca de 1.2 billones, serán recursos propios y procedentes del impuesto local que pagamos por todos los Ibaguereños.  

Podríamos preguntarnos entonces, con un poco de ironía, ¿donde veremos invertidos nuestros impuestos? y si esos recursos, serán o no suficientes, para quebrarle el espinazo al desempleo en los próximos 4 años, para asegurar el abastecimiento permanente de agua potable para todos sus habitantes y desarrollar las grandes obras sociales que reclama la ciudad.

20 años ya son suficientes para una Ibagué desempleada, desesperanzada y sin crecimiento económico. Por ello,están equivocados quienes piensan que todo seguirá igual, que la ciudad no tiene conciencia y que no hay voto de opinión. Pues no hay mal que dure tantos años, ni ciudad que lo resista.