Más de 50 hectáreas de cultivos quedaron arrasadas por las aguas del afluente que se salió de su cauce.
“La tragedia se repite cada cuatro años. El río Cabrera se ensañó con los habitantes de las veredas Vega Grande, Vega del Gramal y Los Medios (en límites con el departamento del Huila)” asegura el personero del municipio, Pablo Darío Otálora Rincón.

Aunque afortunadamente en la última inundación no se presentaron pérdidas humanas, el Comité Local de Emergencias de Alpujarra adelanta un sondeo de las familias que habitan este sector del municipio sureño donde  han empezado a trabajar en controlar el cauce del río y concientizar  a los habitantes en el mantenimiento del afluente para evitar un nuevo desbordamiento.
La temporada invernal está proyectada para comenzar en el mes de Octubre según lo ha reportado el IDEAM, y los labriegos del sur tolimense están preparándose.