El carnaval político de mi tierra
Muy felices están en mi tierra tolimense por la llegada del mes de Junio y sus tradicionales festividades de mitad de año, el San Juan y el San Pedro que se han convertido especialmente para los Ibaguereños, en una válvula de escape social ante tantos problemas que en el diario acontecer nos abordan sin contemplación alguna. Es un hecho incuestionable que en muchos de los apretados hogares tolimenses no hay dinero suficiente ni siquiera para conseguir el mercado diario, menos para Impuestos o desbordados servicios públicos, pero siempre dejamos algo para las fiestas tradicionales.
Es en este mes, que miles de Ibaguereños, encuentran en las calles de la ciudad la oportunidad de obtener algún extra en sus limitados recursos económicos y aprovechan ese desordenado desborde de alegría y sentimiento regionalista para lograr el tan anhelado rédito económico y no todo quede en la tan cuestionada Corporación Festival Folclórico Colombiano, otros miles de ciudadanos nos alegraremos ante el transitar lento y descontrolado de las chirimías, los matachines, las muestras folclóricas, las reinas, el desfile de carrozas, las muestras culturales y hasta el posterior desorden de carros publicitarios que dan su tinte provincial a las festividades que por derecho adquirido esperamos cada año.
Lo que si genera disgusto en este pintoresco mes de Junio, es el desfile de matachines políticos, toda una caterva de vividores de oficio, politiqueros de profesión, especialistas en el arte del engaño y la manipulación, el desfile de esas fami-empresas políticas con estructuras putrefactas saciadas de poder económico y político que compran conciencias de manera temporal. Da rabia ver personajes de todas las tallas, colores, olores, calañas y condiciones buscando votos, prometiendo cientos de imposibles con invenciones propias de un cuento de hadas y que de manera cínica y descarada ofrecen a la ciudadanía cientos de soluciones que jamás van a cumplir.
Llegan a una contienda electoral siniestra digna de una novela de Alfred Hitchcock, con alianzas políticas mesiánicas de unidad nacional, enmermelados hasta el bigote enviados por un también muy corrupto gobierno nacional que de manera descarada acomoda sus fichas como un juego de ajedrez absurdo, sin propuestas, pero que aún logran levantar polvareda y pescar en rio revuelto con agresiones verbales, injurias, amenazas de demandas è investigaciones, acusaciones que tristemente son ciertas por parte y parte y que a todos nos debe causar profunda pena y tristeza.
Qué clase de política es esta señores, en donde los candidatos cual reina de belleza desfilan por las calles de Ibagué besuqueando a cuanto cristiano se encuentran como si fueran amigos de toda la vida, con el ánimo de convencerlo de que es una gran persona, honesto y que está decidido ahora si a ofrecer su vida y trabajo por el departamento o el municipio, esos de doble cara que extrañamente piden en los medios radiales y escritos de la ciudad, campañas limpias y trasparentes pero salen lanza en ristre contra sus rivales políticos olvidando el fin básico del ejercicio del poder que no es llenar las arcas personales, sino buscar el beneficio común.
Surge entonces el interrogante queridos amigos de cómo hacer entrar en razón a esos cientos de tolimenses apáticos, indolentes, que ya se acostumbraron a vivir en la tristeza, la pobreza, el abandono y que hoy tienen en su mano una herramienta poderosa, tienen ellos el poder de castigar definitivamente estos mediocres, que fungen como salvadores. Como decirles entonces a estos miles de tolimenses que es posible acabar el Voto Tamal y mostrarles a estas “Fami-Empresas Electorales” y a esos “Ismos” egoístas y narcisistas que los ciudadanos estamos cansados de su absurdo actuar.
Es claro que para los Tolimenses deben primar temas fundamentales como la Salud, la Educación, el Desarrollo Rural y Urbano, la generación de Empleo, la infraestructura, el agua, que el tema minero no sea prioridad y se enfrente de manera definitiva a los intereses de la Colosa, que la Juventud y la Niñez tengan su espacio, necesitamos candidatos honestos, preparados, con propuestas claras, políticas que generen dinámica social y no más estancamiento, personas nuevas, liderazgos nuevos, no más de esos viejos matachines oportunistas que apestan en la gobernación y en la alcaldías, queremos un Gobernador Joven que trabaje disminuyendo la pobreza, la desigualdad, que cree oportunidades, que retome el rumbo de un Tolima Agrícola y Productivo, queremos un alcalde que se preocupe por la ciudad, que realmente trabaje y no desangre las arcas.
Que estos Personajes, entiendan definitivamente que el pueblo exige una nueva dinámica, no en la compra de líderes con el bulto de cemento o la teja, porque no es jugando con el hambre y las necesidades del pueblo que se logran las cosas, es con trabajo, esfuerzo, dedicación, estudio y propuestas que lo lograremos. Da Rabia, ver como en estas festividades, personajes sin pudor alguno sacan hasta tarima para cada desfile por la carrera 5 rodeados por un grupo de seguidores de bolsillo e intentan cautivar a cuanto inocente desprevenido pasa por el frente con sombreros y ponchos.
Pero se va Junio y sobre la mesa quedaran los problemas que aquejan la ciudad, situaciones tan aberrantes como lo que sucede en el Coso Municipal hoy convertido en “Matadero” de Mascotas, o el tan insólito cambio de los contadores de agua del Ibal, visto como un “Negociado” más del alcalde que incrementara de manera exorbitante la factura del Agua tal y como sucedió hace unos meses atrás con Enertolima, o el crecimiento desmedido de Venta y Consumo de Alucinógenos en colegios y universidades, también quedaran sobre la mesa el aumento de Robos a Residencias, los Atracos y Homicidios que reflejan la inútil posición de la policía que se ha encargado ahora solo de buscar carros mal parqueados con las extrañas “Grúas Siniestras” de vidrios polarizados y miles de problemas que aquejan esta pintoresca ciudad.
No debemos ser indolentes con lo que actualmente pasa en el Departamento y en la Ciudad, esto conduce a que veamos como parte del paisaje todo lo malo que aquí acontece y está en nuestro haber exigir ese cambio de conductas reprochables pues tenemos el poder de decidir, es hora de un cambio, es hora de ejercer un voto limpio y que solo podremos hacerlo con la ayuda de todos los tolimenses, es justo que disfrutemos el folclor pero es necesario que pensemos en nuestro departamento y en nuestra ciudad de manera consiente exigiendo el #VotoLimpio porque los buenos somos más y #Podemos a crear un Tolima más Productivo.