Contratación pública, sinónimo de corrupción 

El presidente de la República, Juan Manuel Santos, sancionó la Ley con la cual se busca fortalecer la contratación pública del país en materia de infraestructura.  Para Juan David Duque, director de Colombia Compra Eficiente, la nueva Ley de Infraestructura es un avance significativo en materia de contratación estatal.

La Ley 1882 del 15 enero del 2018 busca blindar los entes territoriales para que en un solo sobre se den los requisitos habilitantes y la oferta económica, ahora se establecerán dos sobres y además se instauraran los pliegos Tipo para contrarrestar los conocidos pliegos ‘chaleco’. 

Con respecto a la entrada a regir de la Ley, el analista Juan Pablo Estrada especificó que el problema no se resolverá del todo pues se requiere que el funcionario público no se deje permear por la corrupción pues cuando quiere realizar un buen procedimiento tiene las herramientas para lograrlo pero suelen usar las normas para amañar las contrataciones. 

Menos leyes y más transparencia 

“No soy convencido de que la expedición de una ley genere un beneficio en la ejecución de las tareas dela administración, se necesita un actuar efectivo por parte de los entes de control, para que quienes deciden torcerle el cuello a la ley y convertir el erario en un botín para saquear, terminen presos e inhabilitados pronto”.

Puntualizó además que los pliegos Tipo restringen la primicia de la libre configuración del pliego que existió durante muchos años en Colombia y servía para ajustarse a la necesidad que se pretendía satisfacer, sin embargo esto hacía que se realizaran pliegos amañados. 

 “Los pliegos tipo además permiten disminuir la corrupción porque aumentan la participación de nuevos proponentes, es decir logramos pluralidad en la contratación estatal. Con esto se van a reducir los escándalos que veíamos sobre licitaciones hechas a la medida de unos pocos, y la participación siempre de los mismos” precisó el director de Colombia Compra Eficiente.  

En este sentido Estrada señaló que es lamentable que se tengan que expedir medidas para restringir a los funcionarios porque abusan de las normas existentes para ir a favor de los carteles de la contratación.

Representación en el Congreso para el Tolima 

Frente a la necesidad que tiene el Tolima de una mayor representación en el Senado de la República, enfatizó que la apatía del voto de opinión e informado obedece a que los candidatos no los seducen “la gente no es pendeja, no dice le voy a dar mi voto a un muchacho solo porque tiene el apellido Barreto, a la gente no le gusta el cuento del ‘delfín’, en el Tolima le siguen apostando a lo mismo entonces Carlos García que fue un buen senador, termina endosando sus votos a Pierre García que empezó a comer pandeyuca hace muy poco en Ibagué, hay ausencia de candidatos con perfiles atractivos”. 

Estrada comentó que con contadas excepciones las listas al Senado están plagadas de candidatos que no generan opinión y son difíciles de vender por lo que quedan limitados a las maquinarias políticas de sus padrinos.

“Las maquinarias políticas son el verdadero cáncer del Tolima,  son verdaderos mercaderes, cuando uno habla con los candidatos se aterra del negocio que tienen, por eso es que en el departamento personas que solo aparecen en épocas de campaña pueden lograr grandes votaciones”.

El analista refirió que en el caso del gobernador del Tolima, éste estaría jugando con candela pues la postulación de sus familiares, ha puesto los ojos sobre su gestión que cuestión su neutralidad frente a las elecciones del Congreso.

“A Barreto se le olvida que hoy en día todos los ciudadanos son periodistas con un celular en la mano, ojalá el desenlacé de estas parlamentarias no comporten un gobernador con líos en la Procuraduría, me niego a creer que esté interviniendo de forma directa y descarada, pareciera que no está seguro de la candidatura fuerte del conservatismo”.