Vera y Quesada se reacomodan para permanecer en gabinete de Aranda

La reestructuración en el gabinete de la alcaldesa Johana Aranda ya es un hecho. Apenas horas después de que en el programa Ping Pong Político de Econoticias se anticipara una posible crisis interna, se confirmó lo que muchos vieron como un inminente remezón en la Administración Municipal.
El miércoles pasado, tres funcionarios de alto perfil presentaron su renuncia: Jonathan Suárez, quien estaba al frente de la Secretaría de Infraestructura; Juan David Ortiz, jefe de Comunicaciones; y Magda Gisela Herrera, quien lideraba la Secretaría General. Las salidas coincidieron con las advertencias hechas por las voces críticas y analistas de Econoticias, que han seguido de cerca la tensión entre la mandataria y figuras del partido Centro Democrático.
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Y los cambios no pararon ahí. Este viernes, se confirmó también la salida de Iván Quesada de la Secretaría de Desarrollo Social, quien ahora asumirá la Secretaría General, reemplazando precisamente a Herrera. Por su parte, Leandro Vera deja la Secretaría de Gobierno para ocupar el despacho que deja vacante Quesada en Desarrollo Social.
Este efecto dominó de reubicaciones y renuncias ha sido interpretado como una jugada estratégica de la alcaldesa para marcar control sobre su equipo de gobierno y, posiblemente, distanciarse de los cuestionamientos del Centro Democrático, partido que la respaldó en su camino a la Alcaldía, pero con el cual ha tenido roces en los últimos meses.
Entre los rumores que ganan fuerza está el de una supuesta influencia del exalcalde Andrés Hurtado en decisiones clave de la Administración Aranda, algo que ha generado inconformidad en sectores del partido uribista, especialmente entre figuras como Holman Guevara y Felipe Ferro.
Ahora, con estos movimientos, la alcaldesa parecería enviar un mensaje claro: quiere reafirmar su autonomía sin romper con sus antiguos aliados. Una suerte de “emancipación política” respecto a Hurtado, pero sin cortar del todo los lazos que los han mantenido cercanos.
Queda por ver si este reacomodo de fichas logrará calmar las tensiones dentro del equipo de gobierno y restablecer la confianza de los ibaguereños, quienes exigen respuestas concretas frente a problemas como el deterioro de la malla vial, la inseguridad, el rezago en infraestructura, el avance de las políticas sociales y la articulación con las entidades públicas.