Con la visita al Tolima del director general de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo UNGRD llegará también la temporada de lluvias y ciclones, con la probabilidad de ser mayor al año pasado, en un 85% según el Idean. Por ello y al instante recordamos las serias dificultades que ha tenido la administración departamental para atender este tipo de emergencias, especialmente en años anteriores.

El director Carillo, en un acto de sensatez debió haber pedido además del balance consolidado de los diferentes planes municipales para la contingencia, un inventario de maquinaria amarilla y unidades disponibles para enfrentar la sobreviniente ola invernal con sus consecuencias, y así descifrar anticipadamente la impotencia territorial para neutralizar siquiera el mal menor en esta materia, evidenciando también, lo expuesto y vulnerable que está nuestra ruralidad ante la inminente llegada del fenómeno de la niña.

El anterior gobernador, de forma tardía y con mucha dificultad logró que la asamblea autorizara un crédito de 30.000 millones para adquirir 6 kits de maquinaria amarilla, que fueron y es insuficiente para atender tanta dificultad y daño ocasionado en vías y poblaciones rurales; tanto así, que muchas comunidades solo esperaban la presencia del gobernador Orozco para evidenciarle su molestia por tanta demora en asistirlos.

Estamos a tiempo si la esperada visita concluye en acciones efectivas e inmediatas, como al parecer sucedió, activando desde ya los mecanismos administrativos, presupuestales y contractuales que dote la gobernación y sus municipios de unos mínimos requeridos en materia de protocolos, equipos y maquinaria; pues son muy pocos los municipios que cuentan con un kit básico y en buen estado, y muchos sin disponibilidad presupuestal para el mantenimiento de la poca o mucha maquinaria que puedan llegar a tener. De todos, su capital Ibagué, fue la única que adquirió solo hasta el año 2023 un kit completo de maquinaria, pero sin habilitar la ya existente.

Porqué será tan difícil para los municipios, que el gobierno central a través del Sistema General de Regalías SGR y el amparo de la UNGRD, logre entregarles como mínimo un buldócer y una volqueta, y por cada subregión completar un kit de maquinaria amarilla.

Como son tanta las necesidades y tan pocos los recursos, la fórmula 2 por 10.000 planteada por el director Carrillo, aunque insuficiente sí es importante, pero debería concentrase en el manejo eficiente de los tiempos, pues claro está, que los recursos como los mecanismos contractuales para este tipo de emergencias lo tiene solo el gobierno nacional a través de la UNGRD y la misma Gobernación del Tolima, si se anticipa poniéndole dientes y presupuesto a la “emergencia invernal” que ya empezó.

la Unidad de Riesgo podría cerciorarse si quisiera, que la Subregión Norte por ejemplo, no cuenta en la sumatoria de sus inventarios con un kit de maquinaria completo y habilitado para respaldar un plan subregional de emergencia, y menos la Subregión Nevados que  tanto los padece, y así, que ninguna de las 6 subregiones del Tolima incluyendo la Subregión Central liderada por Ibagué y El Espinal, están preparadas para afrontar esta contingencia invernal, sin la ayuda de la Agencia Nacional y la Gobernación del Tolima.

Hoy, ni la gobernación con todos sus esfuerzos, ni los municipios, están bien preparados para afrontar este desafío invernal. Por tanto, si la visita del director nacional de la UNGRD no concluyó en hechos prontos y ciertos, y se quedó solo como presencia institucional con promesas y sin determinaciones inmediatas frente al equipamiento urgente de maquinaria amarilla y ligera, especialmente utilizada en estos eventos y proyectos a pequeña escala: habríamos perdido el último de los suspiros para salir airosos del inminente y advertido desastre invernal, social y económico, forzando a nuestra gobernadora actuar en consecuencia anticipando la declaratoria de la “Emergencia Invernal” para posibilitar el acceso a todos los recursos y mecanismos necesarios para enfrentarla.