Esta semana tuvimos un hecho nunca antes presentado; el presidente Petro decidió hacer publico el Consejo de Ministros de su gobierno. Llógicamente, esto despertó la curiosidad del país, ya que por primera vez los Colombianos tendríamos la oportunidad de ver por televisión como se toman las decisiones que son trascendentales para nosotros.

¡y que sorpresa nos llevamos! Pues nadie esperaba lo que sucedió durante las 6 horas que duró el encuentro. Petro, al estilo de la Dra. Polo del famoso programa `Caso Cerrado´, dirigió un Consejo de Ministros que tenia mas pinta de reallity show, que de una reunión en la que se supone debe prevalecer el elemento técnico y administrativo.

Como en ‘Protagonistas de Novela`, los Ministros tuvieron un cara cara en el que los amenazados por convivencia fueron Armando Benedetti, el recién nombrado jefe de gabinete, y Laura Sarabia, la nueva canciller. La Vicepresidenta Francia Márquez, el Director de Prosperidad Social Gustavo Bolívar y la Ministra de Ambiente Susana Muhamad; en un destello de sensatez y cordura, condenaron el hecho de que tanto Benedetti como Sanabria, continuaran haciendo parte del gobierno a pesar de sus múltiples escándalos y las investigaciones en las que están inmersos.

Petro, en sus acostumbradas  contradicciones, le llamó la atención al Ministro de Educación por Llegar tarde, como si él fuera ejemplo de puntualidad. También, mostró sus habituales dotes de sofista, en los que habla de todo y a la vez de nada, repartiendo culpabilidades a diestra y siniestra por el bajo nivel de eficiencia, ejecución e incumplimiento de los compromisos de su particular gobierno.

Gustavo Bolívar dijo que lo amaba, Susana Mohamad lloró y al Ministro de educación lo dejaron en visto – como dicen ahora –, tuvo que pedirle al presidente que por favor le prestara atención. Muy solemne el Consejo de Ministros.

¿y adivinen que? De los temas importantes del momento no se habló, no debatieron lo que está pasando en el Catatumbo, Nariño, Cauca o el Guaviare, la seguridad está a la deriva; ni de la economía, de la que creen que solo es el precio del dólar, etc.

El show de Petro a muchos no provocó una risa nerviosa, no por el contexto gracioso en el que se basó toda la puesta en escena y la de sus participantes, sino por la preocupación que genera que nos estén manejando de esa manera tan folclórica, despreocupada y caricaturesca. Lo peor de todo, es que ya anunciaron mas capítulos del show, esperemos que pasa, ¡porque si este episodio nos gustó, el próximo nos gustará el doble!