Los policías tenían en sus cálculos que enfrentarían una situación de riesgo. Llegaron hasta la vivienda siguiéndole la pista a un hombre sospechoso de posesión y tráfico ilegal de armas. Así que cuando entraron, esperaban encontrar un peligroso arsenal.

Lo que encontraron fue muy distinto a lo esperado, aunque no menos riesgoso. Los agentes inspeccionaron el lugar, llegaron al sótano y allí encontraron al gigantesco reptil.

Según las primeras informaciones, se trata de un cocodrilo del Nilo, de al menos dos metros de largo. Estaba agazapado en medio de la oscuridad, sobre un charco de fango.

Los policías pudieron controlar la situación y la diligencia terminó sin que sufrieran percances con el peligroso animal. Luego lo pusieron a disposición de un servicio veterinario que ahora intenta reubicarlo en un lugar que responda a sus necesidades, pues en ese sótano tuvo que soportar temperaturas que rondaban los 7 grados, muy distintas a las recomendadas para la especie.

Los hechos ocurrieron al noroccidente de San Petersburgo, en Rusia. Los vecinos del lugar informaron luego que el animal había estado allí desde 2005, cuando apenas era un pequeño reptil.

Al parecer, el cocodrilo era una especie de atracción de un club de recreación militar que su dueño mantenía en el edificio. Las autoridades, sorprendidas por el hallazgo, siguieron con su búsqueda original y encontraron artefactos similares a municiones para armas.

Tomado de: semana.com