Inesperado giro en el caso del homicidio del magistrado Álvaro Restrepo: El disparo mortal habría sido del propio escolta

El asesinato del magistrado Álvaro Restrepo Valencia, ocurrido el pasado sábado 11 de octubre en un restaurante de la vía Manizales – Pereira, ha dado un giro inesperado tras conocerse nuevos detalles durante la audiencia de legalización de captura del presunto implicado.
Según informó la Fiscalía General de la Nación, el hombre detenido inicialmente como responsable del disparo mortal no habría sido quien accionó el arma que acabó con la vida del togado. Se trata de un reciclador oriundo de Medellín, quien, al parecer, intentó hurtar una cadena avaluada en cerca de $20 millones a uno de los acompañantes del magistrado dentro del restaurante Mi Pueblo, en el sector de Tarapacá II.
Durante la diligencia judicial se estableció que el procesado resultó herido de bala y permanece bajo atención médica en un centro asistencial, mientras enfrenta cargos por tentativa de hurto calificado. En un comienzo, las autoridades habían indicado que un escolta de la Unidad Nacional de Protección (UNP), asignado a un congresista, había reaccionado al intento de asalto, hecho en el que también se reportó la huida de otro sospechoso en motocicleta.
No obstante, la investigación tomó un nuevo rumbo, pues se analiza si los disparos realizados por ese escolta en medio del forcejeo fueron los que impactaron accidentalmente al magistrado Restrepo Valencia, quien recibió una herida de bala en el pecho.
El crimen ocurrió en el restaurante Mi Pueblo, ubicado en el sector de Tarapacá II. Según versiones iniciales, hombres armados ingresaron al establecimiento con la intención de cometer un robo, y en medio del caos se desató el tiroteo. Testigos aseguraron que una comitiva de un precandidato presidencial que transitaba por el sitio se detuvo para auxiliar a la víctima y colaborar con la captura del presunto ladrón, quien fue retenido por ciudadanos antes de la llegada de las autoridades.
El magistrado Álvaro Restrepo Valencia, de 54 años, era oriundo de Anserma (Caldas) y se desempeñaba como vicepresidente del Consejo Superior de la Judicatura de Cundinamarca. Abogado de la Universidad de Caldas, con especializaciones en Derecho Comercial, Tributario, Probatorio, Constitucional y Administrativo, había trabajado durante varios años en Ibagué como juez administrativo y asesor jurídico de la Alcaldía durante la administración de Jorge Tulio Rodríguez. Su muerte generó gran conmoción en el Tolima y en el país judicial, que hoy pide esclarecer quién fue realmente el autor del disparo que le quitó la vida.