Una familia denunció ante Ecos del Combeima un caso que califican como presunta mala práctica médica en la Unidad Materno Infantil del Tolima (UMIT).

Según su relato, el hecho ocurrió el pasado sábado en horas de la tarde, cuando durante una cesárea practicada a una paciente, el bebé recién nacido resultó con una de sus orejas cortada de manera accidental.

La situación generó indignación entre los familiares, quienes cuestionaron los protocolos de atención y el nivel de vigilancia dentro de la clínica. De acuerdo con la denuncia, tras el incidente, el menor debió ser sometido a una cirugía correctiva.

Pese a la intervención médica, los padres mantienen su inconformidad y reclaman que se garantice una mayor supervisión en este tipo de procedimientos, señalando que no debería repetirse una situación de este tipo en una institución especializada en atención materno-infantil.

La familia afectada insiste en que se esclarezcan las circunstancias del caso y en que las autoridades de salud asuman un seguimiento riguroso para garantizar que no se vulneren los derechos de los pacientes ni la calidad del servicio médico en el Tolima.