Lucha, fe y empanadas: así sobrevive una madre ibaguereña a la crisis y al desempleo

Adriana Ibáñez tiene 53 años, es madre cabeza de hogar y desde hace año y medio enfrenta una dura batalla contra el desempleo. Su historia es la de muchas mujeres que, pese a tener la experiencia y las ganas de trabajar, son excluidas del mercado laboral por su edad.
“Me han discriminado. He entregado hojas de vida en muchos lugares y no me llaman. No porque no quiera trabajar, sino porque no me dan la oportunidad”, cuenta con la voz quebrada.
Hoy, Adriana vive una situación crítica: está a punto de ser desalojada de la vivienda donde reside con su hijo por una deuda de cinco meses de arriendo. Sin empleo estable, sobrevive vendiendo quince empanadas al día. Con eso intenta cubrir los servicios y llevar algo de comida a su casa.
“Soy una mamita guerrera. A veces me siento vencida, pero el amor por mi hijo y por Dios me mantienen de pie. Toco el corazón de quienes puedan escucharme: necesito una oportunidad laboral o algún tipo de ayuda económica para salir adelante”.
Adriana hace un llamado a la solidaridad de los ibaguereños, ciudad que ama profundamente, así como a su equipo del alma, el Deportes Tolima. Si alguien puede ofrecerle empleo o apoyarla económicamente, puede comunicarse directamente con ella al número 301 597 6346.
Su historia es un recordatorio de las barreras que muchas mujeres enfrentan por razones que nada tienen que ver con su capacidad. Y también, una invitación urgente a la empatía y al apoyo comunitario.