Minería ilegal dejó daños ambientales irreversibles en Ataco

La Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, en articulación con las Fuerzas Militares, la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación y autoridades municipales, ha reforzado los operativos de control y vigilancia en el municipio de Ataco, ante el preocupante crecimiento de la minería ilegal que amenaza ecosistemas estratégicos y causa graves daños, algunos de ellos irreparables, a los recursos naturales y la biodiversidad del departamento.
En lo que va corrido del año, y ejerciendo su función de control y vigilancia para la protección de los recursos naturales del territorio, Cortolima ha realizado cuatro operativos conjuntos en Ataco. El primero de ellos, efectuado el pasado 4 de julio, en la vereda Mesa de Pole, donde las autoridades comprobaron la existencia de dos piscinas de extracción, la ocupación de cauce y afectaciones significativas al suelo por el uso de maquinaria amarilla.
Por otro lado, el pasado 12 de agosto, en la vereda Pueblo Nuevo, de la misma localidad, en la franja protectora de la quebrada Pole, se evidenciaron dos puntos de excavación, el uso de dos retroexcavadoras tipo oruga para la extracción de material, así como un clasificador industrial, y posible captación ilegal de recurso hídrico.
En un tercer operativo, realizado el 11 de septiembre, en la vereda Aponte, funcionarios de la Corporación constataron la existencia de un socavón y un laberinto de madera, resultado de la fragmentación del suelo, así como el uso de una motobomba para el lavado del mineral extraído de manera irregular.
Finalmente, el 25 de septiembre, en un operativo que inició en la vereda Pueblo Nuevo de Ataco, y avanzó hacia la vereda Hato Viejo de Chaparral, se encontró maquinaria pesada excavando en la franja protectora del río Saldaña, y un seleccionador tipo Z para el lavado de material a gran escala. En esta última diligencia, la seguridad de los funcionarios y el personal que adelantaba estas acciones, se vio seriamente comprometida por la aglomeración de personas que impidieron la incautación de la maquinaria y amenazaron con incinerar los vehículos.
Los impactos sobre los ecosistemas y los recursos naturales, como el río Saldaña, uno de principales afluentes del sur del Tolima, son irreversibles: remoción total de la cobertura vegetal, socavaciones que arrasan con el 100% de la fauna y flora del sector, contaminación de fuentes hídricas como el río Atá y las quebradas Pole y Guanabanito, erosión severa del suelo y alteraciones en los patrones de comportamiento de especies por contaminación acústica y lumínica. Estas afectaciones comprometen la estabilidad ecológica y la sostenibilidad hídrica del territorio.
Como máxima autoridad ambiental en el Tolima, y siguiendo la normatividad vigente, la corporación ha abierto 34 procesos sancionatorios en el municipio de Ataco, 25 de ellos cuentan con decisión de fondo y nueve más están en instrucción. Entre otras acciones, Cortolima ha capacitado a más de 1.300 mineros de subsistencia sobre buenas prácticas ambientales.
Llamado a la articulación nacional
La corporación advierte que la minería ilegal, tanto a cielo abierto como por socavón, se ha expandido a municipios vecinos de Ataco, como Chaparral, Planadas y Rioblanco, configurando una problemática de escala regional con impacto nacional, por lo que Cortolima recomienda establecer un Puesto de Mando Unificado, vinculando autoridades, tanto regionales como nacionales, para determinar acciones concretas y articuladas con el fin de detener el deterioro social y ambiental causado por la actividad minera irregular en el departamento.