El Presidente cruzó la línea: “No es libertad o muerte, es respeto a la Constitución”

Desde la Plaza de Bolívar, en pleno Dia del Trabajo, el presidente Gustavo Petro lanzó lo que sólo puede entenderse como una amenaza directa contra el Congreso de la República. Al levantar una bandera roja y negra, símbolo que él mismo explicó como "libertad o muerte", y rematar con la frase: "o me aprueban la reforma o habrá muerte", el presidente traspasó los límites aceptables del discurso público en una democracia, dijo senador Nicolás Echeverry.
“Como senador de la República, y en cumplimiento de salvaguardar la institucionalidad, rechazó de forma categórica esta amenaza velada a los poderes legítimos de la Nación. El presidente puede proponer las reformas que crea convenientes, pero el Congreso tiene el derecho y la obligación constitucional de deliberar, proponer y decidir, sin chantajes ni presiones. Lo que vimos hoy no fue un discurso: fue una advertencia peligrosa que podría alentar la violencia política contra quienes ejercen con dignidad y autonomía su labor legislativa”.
Dijo que el jefe de Estado se ensañó especialmente contra Efrain Cepeda y Nadia Blel, a quienes atacó por disentir de sus propuestas. Es lamentable y profundamente irresponsable que desde el Ejecutivo se exponga públicamente a miembros del Congreso, dejándolos en una situación de altísimo riesgo. como si fuera un delito cumplir con su deber constitucional.
Este tipo de manifestaciones son propias de regímenes autoritarios, no de democracias, señaló.
“Por eso hago un llamado urgente a las altas cortes, a los órganos de control, a la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes y al Congreso en pleno, para que se pronuncien con claridad y firmeza. No podemos seguir tolerando estas amenazas ni permitir que se normalicen los actos intimidatorios desde la más alta magistratura del país”.
“Presidente Petro: gobierne. Suelte el celular y tome el timón de una nación que se le está saliendo de las manos. Asuma con responsabilidad la magnitud de su cargo. Dirija el país con hechos, no con gritos ni símbolos de guerra. Colombia necesita serenidad, respeto por la vida y defensa de la democracia, no arengas violentas” concluyó Echeverry.