Los comerciantes de la carrera tercera con calles 17, 18 y 19 manifestaron públicamente su preocupación por el incremento de habitantes de calle en la zona, una situación que, según ellos, se ha agudizado en los últimos meses pese a los anuncios de la administración municipal sobre controles para frenar el ingreso de estas personas al centro de la ciudad.

De acuerdo con Juan Camilo Giraldo, comerciante de la carrera tercera con 17, la problemática ha alcanzado niveles críticos, afectando directamente la seguridad, la salubridad y la actividad comercial. “Estas personas llegan con actitudes agresivas, intentan robar en los locales, deterioran las fachadas y dejan excrementos en las noches. Nos sentimos angustiados porque la situación ya es insostenible”, señaló.

Los vendedores también denuncian que, en varias ocasiones, han debido atender clientes mientras algunos habitantes de calle permanecen acostados frente a sus negocios, generando incomodidad y afectando la dinámica comercial. Pese a los llamados a la Policía, aseguran que la respuesta es lenta y que, cuando los uniformados logran retirarlos, los mismos individuos regresan minutos después.

Uno de los casos más preocupantes, relatan los comerciantes, es el de una mujer habitante de calle que con frecuencia defeca y orina frente a los locales y luego se limpia en las fachadas, lo que obliga a los vendedores a lavar constantemente para poder trabajar. “El olor es insoportable y las condiciones para atender al público son indignas”, expresaron.

Ante la cercanía de la temporada alta de ventas, los comerciantes temen que la situación desincentive la llegada de clientes al centro de la ciudad. Por ello, hicieron un llamado urgente a la alcaldesa y a las autoridades competentes para que adopten medidas eficaces y duraderas que devuelvan la tranquilidad y el orden a este sector estratégico de Ibagué.