INPEC continúa en silencio, tras brutal ataque e incendio en la cárcel de Picaleña

Indignación y preocupación genera el silencio del INPEC frente a un grave hecho registrado el pasado martes 12 de agosto en la cárcel de Picaleña. Mientras familiares aseguran que un interno fue víctima de un brutal ataque en su celda, donde al parecer lo apuñalaron, torturaron y le prendieron fuego, la versión oficial preliminar indica que un incendio en el pabellón 11 dejó tres reclusos con quemaduras de consideración.
El hecho se habría producido hacia las 6:50 de la tarde, cuando, según los reportes internos, un preso habría provocado las llamas dentro del penal, generando caos y pánico entre los privados de la libertad. Tres hombres resultaron lesionados y debieron ser remitidos al Hospital Federico Lleras Acosta, sede Limonar, donde dos permanecen en la Unidad de Quemados.
Entre ellos está José Manuel Guzmán Godoy, alias ‘Chepe’, de 37 años, con antecedentes por fuga de presos, concierto para delinquir y tentativa de extorsión, recordado por una cinematográfica fuga ocurrida en Medellín en 2020. También se encuentra Rubén Darío Santacoloma López, de 29 años, oriundo de Ibagué, condenado por hurto y con antecedentes por tráfico de estupefacientes y robo de motocicletas.
El tercer interno herido sería el hombre cuya familia denuncia que fue atacado con arma blanca y luego rociado con fuego. Según relataron sus allegados, el recluso permanece intubado, con pronóstico reservado, y lo más grave es que el INPEC nunca se comunicó con ellos para informar lo ocurrido. La noticia les llegó un día después por un tercero.
“No nos llaman, no nos dicen nada. Está entre la vida y la muerte y nadie responde”, afirmó un familiar, quien pidió mantener su identidad en reserva. La madre del interno, una mujer mayor que además cuida a un hijo con discapacidad, cuestionó con dureza a las directivas de la cárcel: “Se supone que es una cárcel de máxima seguridad, pero parece que ellos mismos permiten que estas cosas pasen. No son animales, son seres humanos”.
Hasta ahora, el INPEC no ha entregado un pronunciamiento oficial que aclare si lo ocurrido corresponde a un incendio accidental, a una riña interna o a un ataque directo contra algunos reclusos. El prolongado silencio institucional ha encendido aún más las alarmas y deja en entredicho las medidas de seguridad dentro del penal de Picaleña, escenario de fugas, disturbios y hechos violentos en repetidas ocasiones.