En la comuna siete de la ciudad de Ibagué se dio apertura a un supermercado que ha tenido gran acogida entre los habitantes de ese sector, sin embargo, lo que en un principio representaba una oportunidad para que quienes habitan en el norte de esta capital tuvieran acceso a las tiendas de grade superficie, ha ido convirtiéndose en una seria problemática de movilidad.

La permanente entrada y salida de vehículos particulares a la zona de parqueaderos del supermercado genera un verdadero caos permanente, que como es apenas obvio suele intensificarse en las horas del medio día cuando hay mayor flujo vehicular.

Ante esa problemática las autoridades competentes decidieron implementar una serie de reductores de velocidad, que literalmete cumplen con su función pero a la vez juegan a la doble cara de la moneda, pues representan de cierta manera un ingrediente más a la hora ralentizar el paso no sólo de los vehículos particulares sino de la gran cantidad de automotores públicos que realizan las rutas de ese lugar.

En algunas oportunidades la 'caravana' que espera impaciente por lograr pasar la 'barrera' del tráfico que se genera frente a la entrada del barrio Pacandé ha llegado a extenderse hasta la puerta de la sede campestre de la Universidad Cooperativa.