El gerente de la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado, Juan Carlos Núñez, expuso el panorama financiero de la entidad, el cual no es alentador debido al endeudamiento de $90.000 millones y al recaudo mensual cercano a los $5.600 millones.

De acuerdo con el Gerente, los retos que tiene la Administración son bastantes grandes para evitar dos caminos: el de la intervención por parte de la Superintendencia de Servicios Públicos o la liquidación de la empresa. La carga de la nómina es uno de los factores que amenaza las finanzas de la empresa.

En el año 2017, se realizó una modificación de la planta dejando una estructura organizacional de 302 trabajadores a término fijo y 16 trabajadores de libre nombramiento y remoción. El gobierno saliente vinculó a 140 personas a término fijo en diferentes cargos, a nivel profesional, asistencial y administrativo, dejando unos gastos operacionales bastante altos.

“Tenemos prácticamente seis meses para tomar una decisión sobre la empresa, en estos momentos estamos evaluando jurídicamente cada uno de esos contratos, porque no queremos cometer errores, tampoco queremos atropellar a la gente, simplemente vamos a hacer un ejercicio que nos corresponde como un gobierno responsable”, resaltó Núñez.

Por su parte, el alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, ha dejado claro que la prioridad en el Ibal son las inversiones en la ciudad. Es de resaltar que el único ingreso que tiene la empresa son las tarifas que pagan los cerca de 150.000 usuarios, dinero que está siendo utilizado para gastos de funcionamiento de la entidad.

“Estamos evaluando las opciones y esperamos por supuesto tener que tomar las mejores decisiones para la empresa, este es un Gobierno que tomará las decisiones de una manera responsable, no queremos coger ninguno de los dos caminos que ya están marcados y esperamos que con el compromiso de nuestros colaboradores, sacar adelante la empresa” puntualizó.