El alcalde Andrés Fabián Hurtado hizo pública su preocupación por la aparente alta carga burocrática que al parecer le deja Guillermo Alfonso Jaramillo al municipio en medio de procesos de contratación masiva que se habrían incrementado durante el cierre del 2019.

De acuerdo con el mandatario local, a principios de la administración ‘Por Ibagué con todo el corazón’ existía una cuota de burocracia cercana a los $20 mil millones. Sin embargo, luego de cuatro años de gobierno, la Alcaldía ostenta obligaciones por $53 mil millones.

Ante ese escenario, Hurtado aseguró que el Gobierno Municipal comienza el periodo 2020-2023 con una ‘piedra en el zapato’ para la inversión, y agregó que, en consecuencia, en 30 años se desperdiciarán $900 mil millones en cumplimiento de los supuestos favores políticos de Jaramillo.

Con respecto a la empresa de acueducto y alcantarillado, el nuevo mandatario local manifestó que la ‘herencia’ de la administración saliente da cuenta de una desfinanciación de alrededor de los $55 mil millones en su principal proyecto: el acueducto complementario.

Como un ‘elefante blanco’ fue calificada la apuesta con la que se pretende garantizar el suministro de agua potable para los habitantes de la capital tolimense.