El cierre de las manifestaciones que se desarrollaron de manera pacífica en la capital tolimense se vio opacado por fuertes enfrentamientos entre la fuerza pública y algunos encapuchados que al parecer intetaron saquear un conocido establecimiento ubicado en la calle 37 con carrera 5a.

Según pudo establecer Econoticias, el comportamiento aparentemente irregular de un grupo de protestantes obligó a las autoridades a intervenir a través del Escuadrón Móvil Antidisturbios, lo que terminó opacando una jornada que hasta entonces se había realizado sin mayores alteraciones del orden público.

Una vez despejada la zona, las manifestaciones violentas se trasladaron hacia la Universidad del Tolima, en donde tuvo que aumentarse el pie de fuerza policial a fin de intentar controlar el orden. Sin embargo, el centro educativo sirvió de refugio para los manifestantes y por ende los enfrentamientos fueron más extensos.

Paralelo al escenario hostil en el sector de Santa Helena, un grueso grupo de estudiantes hizo presencia frente a la Gobernación del Tolima, en donde exigieron mayores recursos para la educación pública.