El presunto incumplimiento por parte de algunos conductores de buseta de la ciudad de Ibagué, en relación con los recorridos de las rutas, se ha convertido en el tema dominante durante los últimos días. En efecto, en la presente semana esta redacción conoció el testimonio de dos ciudadanas que aseguran que las han dejado tiradas antes de llegar a su destino, al parecer por que a quienes están a cargo del servicio del transporte público se les antoja reducir sorpresivamente los trayectos.

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¿'Colgados' de tiempo para marcar en el control? ¿Ahorro de combustible? ¿Pereza por el poco número de pasajeros? Muchas son las hipótesis que generan a priori algunos usuarios que han sido testigos de dicha situación, acusaciones que quizás reflejan el inconformiso y la molestia que se genera en el momento; y es que no debe ser nada agradable pagar un transporte completo para que le hagan un recorrido completo y tener que quedarse a mitad de camino, y peor aún, con paquetes 'encima'.

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Sin embargo, más allá de la displicencia y el mal servicio que por voluntad propia -quizás en una clara muestra de falta de cultura- puedan ofrecer algunos conductores de buseta, una inmensa mayoría llega a tener actitudes poco cordiales como consecuencia del peso que representan las exageradas jornadas laborales, que como si fuera poco, suelen estar acompañadas de una mínima remuneración.

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Ecos del Combeima se puso en contacto con Rusbel Eduardo Cuellar, conductor y representante del Sindicato Nacional de la Rama y Servicios de Transporte y Logística de Colombia, subdirectiva Tolima, para conocer de fondo cuál es el verdadero panorama que tienen que afrontar los 'profesionales del volante' en su diario vivir, y aunque algunos dirán que nada excusa un mal servicio, sólo quiénes de verdad logran ponerse en los 'zapatos' de los demás, entienden el sin número de variables que allí influyen.

"El inicio de nuestros labores generalmente es a partir de las 4:30 de la mañana, sin embargo, debemos estar una hora antes para ir al parqueadero, calentar el vehículo, presentar la cartulina y poder iniciar la ruta. Estamos trabajando entre 16 y 18 horas diarias, sin contar que es obligatoria tanquear acá en la empresa (Cotrautol) porque sino al otro día el carro no es enturnado", dijo Rusbel Cuellar.

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El conductor indicó que a ellos se les reconoce un salario mínimo más un porcentaje por pasajero, pero recalcó que no reciben ninguna remuneración en materia de horas extras y recargos nocturnos. Además, advirtió que como es obligatorio tanquear en la estación de gasolina de la empresa, la fila se hace extensa por la acumulación de busetas, por lo que sobre las 10:30 p.m. aproximadamente van terminando con ese requisito; pero ahí no acaba todo, una vez tanqueado el vehículo, deben ir a entregar cuentas, sí, a esa hora, pero luego ahí sí intentar descansar antes de que en la madrugada los sorprenda la alarma indicando el arranque de una nueva jornada.

"La vida social de nosotros es muy limitada, salimos cuando la familia está durmiendo y llegamos y los encontramos otra vez durmiendo (...) el día de descanso hay que salir a hacerle mantenimiento al vehículo (...) a pesar de que trabajamos 18 horas no tenemos un subsidio de alimentación (...) la mayoría de propietarios exije producción, cuando nosotros laborábamos 30 días al mes, la producción estaba entre 6 mil y 6 mil 500 pasajeros, ahora los vehículos no están laborando sino 23 días y la exigencia es de 7 mil pasajeros hacia arriba.

Otros factores que los afectan

El líder sindical argumentó que los agentes de tránsito se han dedicado a hacer comparendos y no están pendientes de la movilidad, por lo que al parecer el tiempo que tenían destinado para desayunar y almorzar ahora lo consumen en carretera debido a las congestiones viales.

Sobre la polémica mayor: el presunto abandono de pasajeros

Rusbel Cuellar: No es que los dejemos tirados, hay un problema en el barrio Nueva Castilla, no vamos hasta allá por cuestiones de seguridad, la presencia de la Policía en horas de la noche es muy poca, por eso vamos no más hasta Protecho y ahí hacemos el retorno.

Sobre la 'guerra del centavo':

Rusbel Cuellar: Se da porque hay unas exigencias de los propietarios, nos dicen que si no hacemos tantos pasajeros no servimos, que hay que conseguir otro.

El representante de los conductores señaló que en materia de salud las empresas optan por despedir a los conductores sin importar las condiciones en que se encuentren, incluso cuestionó la labor del Ministerio. Rusbel dijo que en la empresa (Cotrautol) hay unos compañeros enfermos que se desplazan hasta la sede para cumplir con los horarios, y que a ellos se les responde sólo hasta cuando toman la decisión de despedirlos.

"Los empresarios nunca nos han tenido en cuenta a los trabajadores que somos la fuente de producción, sólo buscan beneficios personales pero al trabajador lo siguen tratando como lo peor, hay muchos que en este momento están enfermos pero no le notifican a la empresa por miedo a ser despedidos (...) a las empresas les decimos que tomemos conciencia y trabajemos unidos, debemos trabajar de la mano para que la empresa crezca y el nivel de vida del trabajador mejore", dijo Rusbel Cuellar.

Finalmente, el líder sindical le pidió a la ciudadanía comprensión debido a que la situación de ellos es muy delicada; Cuellar aseguró que el horario laboral y el estrés generan una presión en términos de producción.

¿También falta cultura de la gente?

Según el conductor, los ciudadanos quieren que el carro pare justo donde a ellos se les antoje y se quieren bajar en cualquier lado sin tener en cuenta las normas que los conductores deben cumplir para evitar ser sancionados por parte de Tránsito.

El mensaje final

Rusbel Cuellar: Una feliz navidad para todos: compañeros, familiares y a la ciudadanía, esperamos que el próximo año sea mucho mejor.

Ecos del Combeima le da la voz a la comunidad, escucha sus inquietudes, atiende sus denuncias, pero también -en pro del equilibrio periodístico- le 'abre las puertas' a la contraparte, da a conocer los testimonios de los denunciados. Esta es la historia de los conductores, quienes para bien o para mal movilizan a diario a un sin número de ibaguereños que los necesitan para poder cumplir con sus obligaciones y sus necesidades, ¿víctimarios o víctimas? Juzguen ustedes...