El amor de una madre vence hasta la propia muerte
Todos los días y prácticamente, durante todo el tiempo, a la Unidad de Cuidados Intensivos Neo Natales del Hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué, arriba con afán y el corazón henchido de emoción una joven mujer de nombre Teresa Carvajal cuya principal motivación es la de alimentar con su leche materna a su bebé quien nació antes de tiempo.
“Tengo una bebé prematura, la cual nació con 29 semanas de gestación, aproximadamente 6 meses y medio porque en el embarazo sufrí de peritonitis y me la tuvieron que sacar de urgencia con cesárea porque las dos corríamos peligro, mi hija cuando nació pesó 1.242 gramos, algo más de un kilo, estaba muy delicada y de inmediato por lo prematura, por su estado había pocas esperanzas de vida, además a ella también la alcanzó a afectar la peritonitis, ahora ya tiene dos meses y catorce días, ha duplicado su peso, está en 2.550 gramos y gracias a Dios ya está saliendo adelante, es muy despierta abre sus ojitos y me busca cuando me escucha”, afirma emocionada Teresa.
Dice que está agradecida con el Federico Lleras Acosta porque gracias a los cuidados que le han brindado a su pequeña desde su nacimiento, está saliendo adelante, afirma que al principio fue mínimo el contacto y la manipulación con ella, sólo la podía ver tres veces, a las ocho de la mañana, al medio día y a las cuatro de la tarde para darle la leche materna, la cual se le suministraba a través de una sonda hasta que fue ganando peso y ya pudo chupar bien.
“Cuando llegó a los mil 380 gramos, ya pude tenerla en mis brazos una vez al día para alimentarla, pero ha sido muy emocionante a la vez que difícil esta experiencia que nunca pensé me podría suceder, tan pronto la pude alimentar, aprendí la importancia de la leche materna en los recién nacidos porque ese alimento me la tiene bien y además les evita infecciones, que la ataquen bacterias o enfermedades graves, por fortuna produzco bastante leche y de a poco la pudimos ir alimentando, se inició con un centímetro y hoy ya se toma más de 50 diariamente, es muy comelona se me pega al seno por 20 minutos, más los cincuenta centímetros que se tienen en el banco de leche que es la misma que yo recojo previamente, está muy hermosa mi bebé”, dice emocionada Teresa con el brillo de sus inmensos ojos llenos de amor.
A esta heroica mujer le corresponde estar prácticamente durante todo el día en el hospital porque además el calor y las sensaciones que le transmite a su pequeña hija son muy importantes para su desarrollo, más aún en tan difíciles condiciones, por eso es necesario que también los hombres como padres y parejas apoyen a las mujeres lactantes y les dediquen el tiempo, la ayuda y el amor necesario en esta importante misión.
“Yo llevo estoy acá todos los días, prácticamente las 24 horas, solo salgo a bañarme a cambiarme y a comer pero estoy dispuesta a hacer y haría todo lo que sea necesario por mi niña, por eso he podido aprender la importancia de la leche materna y sus beneficios, hay mamás que no se esfuerzan por alimentar a sus hijos pero no entienden que esto les puede salvar la vida y las invito a que les den seno y se conviertan en donantes como yo lo voy a seguir siendo, muchos niños lo agradecerán”, concluyó.