Córdoba alcanzó altas producciones en cosecha de oro blanco
Si bien los resultados de la reciente cosecha de algodón de Córdoba aún no se han consolidado, se calcula que el promedio total de rendimiento en el departamento puede estar alrededor de las 2.2 Ton/ha. No son las mejores cifras para agricultores que han logrado recolectar hasta 4 ton/ha en otras temporadas.
El apropiado manejo de cultivo y control del picudo, una de las más importantes plagas del algodón en Colombia y otros países de Latinoamérica, fue uno de los factores que determinó los resultados.
Los agricultores que trabajaron con insumos de calidad, que realizaron Manejo Integrado de Plagas y Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), lo lograron: “El picudo es una de las plagas más problemáticas del algodón y este año causó estragos en Córdoba, obligando en algunos lotes a hacer entre 15 y 20 aplicaciones. Eso significa un aumento en los costos de producción del agricultor, que va en deterioro de su rentabilidad.
Tener una semilla buena debe ir acompañada de Buenas Prácticas Agrícolas, por ejemplo los cultivos trampa y los monitoreos de picudo con trampas de feromonas, que permiten evaluar la fluctuación de la plaga en todo el ciclo de cultivo. Este año en el
cultivo trampa he hecho 17 aplicaciones contra picudo, contra 3 aplicaciones en el cultivo principal”, explica Eladio Luna, ingeniero agrónomo, asesor técnico y agricultor cordobés con más de 20 años de experiencia.
Córdoba es uno de los departamentos que tradicionalmente ha liderado la siembra de este cultivo. De acuerdo con las cifras del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), en Colombia en 2014 se sembraron un total de 29.838 hectáreas de algodón GM y Córdoba ocupó el primer lugar con 14.872 hectáreas, según cifras publicadas por AgroBio.
Las casi 30 mil hectáreas del año pasado están lejos de las 73 mil alcanzadas en el año 2005, cuando se logró el mayor récord en el país, pero las recientes declaraciones del Ministro de Agricultura Aurelio Irragori, de querer recuperar esa cifra pueden ser una gran oportunidad para los agricultores y para la innovación en este cultivo.
Pero para hacerlo “hay que cambiar los esquemas mentales, porque si uno quiere que esto sea un negocio, tiene que pensar siempre que es un negocio; no que es un costo, no que es un gasto… la rentabilidad no se mide por lo que uno invierte sino por el beneficio que uno recibe, nosotros le apostamos al beneficio, le apostamos a la producción, le apostamos hacer las cosas mejores”, asegura el también agricultor cordobés Milton Crawford.
Eladio Luna, aseguró que en 2015, espera cosechar de forma similar a como lo hizo en 2014 cuando obtuvo hasta 3,800 kilos/ha de algodón semilla y rendimientos de fibra de 39 y 40% aproximadamente. Él recuerda que en la zona, el promedio alcanzado en años anteriores era de aproximadamente 2,200 kilos/ha. “técnico de empresas como Bayer es más importante e incluso que los productos, “porque eso genera confianza y sabemos que cualquier inconformidad que se presente, tenemos la respuesta oportuna”.
María Andrea Uscátegui, Directora Ejecutiva de Agro-Bio, afirma que “el incremento sostenido de la adopción de estas semillas genéticamente modificadas en Colombia, demuestra que los agricultores se están viendo beneficiados en el manejo y la protección de sus cultivos debido a las características que estas ofrecen, lo cual les permite ser más productivos y competitivos en el mercado mundial”.
“Los buenos resultados son una combinación de potencial genético, el empleo de una semilla de calidad, la buena condición climática y un trabajo juicioso en el manejo agronómico por parte del agricultor y su asistente técnico. En todo este proceso se
mantiene una permanente asesoría y acompañamiento del equipo de ingenieros agrónomos en campo de Bayer. Sabemos que la ciencia y la innovación son herramientas poderosas para hacer frente a los grandes desafíos de nuestro mundo”, explica Luis Fernando Vanegas, gerente del negocio de Semillas de Bayer en los Países Andinos.