Los impactos del cambio climático se intensifican en América Latina y ya dejan consecuencias visibles sobre las tierras, la salud pública y las economías de la región.

La degradación de los suelos, el aumento de fenómenos extremos y el incremento de la mortalidad asociada al calor —que creció un 103 % en las últimas dos décadas, según un informe regional elaborado por investigadores de 25 instituciones— evidencian la urgencia de respuestas articuladas entre el sector público, privado y la sociedad civil.

En este contexto, Cementos Argos ha reiterado su compromiso con la protección sostenible de las tierras donde opera, integrando la acción climática como un eje estratégico de su modelo empresarial.

La compañía ha orientado sus esfuerzos hacia la mitigación de emisiones, la adaptación al cambio climático y la innovación tecnológica, con el objetivo de preservar los recursos naturales, fortalecer la resiliencia de las comunidades y garantizar la sostenibilidad de su cadena de valor.

Mitigación de emisiones y eficiencia productiva

Uno de los pilares de la estrategia ambiental de Argos es la reducción de su huella de carbono. 

En el ámbito industrial, la empresa logró estabilizar sus emisiones específicas de alcance 1 y mejorar la eficiencia térmica en la planta de Rioclaro, donde el consumo calórico para la producción de clínker se redujo en 8,5 % gracias a la modernización de equipos y mejoras en la ventilación de los hornos.

Asimismo, la sustitución de combustibles fósiles por alternativas derivadas de residuos se ha convertido en un frente clave de acción.

En Colombia, la compañía incorporó más de 27.900 toneladas de residuos, entre llantas, combustibles derivados de residuos y biomasas, alcanzando una tasa de sustitución calórica del 3,7 %. En Honduras, la planta de Piedras Azules logró una sustitución del 6,9 %, generando ahorros cercanos a USD 156.000 y beneficios adicionales asociados al coprocesamiento.

Estas iniciativas fortalecen la economía circular y reducen la presión sobre los recursos naturales y las tierras productivas.

Adaptación, energía limpia e innovación tecnológica

El enfoque de Cementos Argos también contempla la adaptación a los riesgos climáticos.

Frente al aumento de las emisiones de alcance 2, derivado del mayor factor de emisión de la red eléctrica nacional, la empresa avanzó en acuerdos de compra de energía renovable respaldados por certificados IREC, logrando que el 52 % de la energía eléctrica utilizada provenga de fuentes limpias.

En materia de innovación, la compañía impulsa desarrollos que buscan transformar la industria del cemento.

Entre ellos se destacan las tintas de impresión 3D elaboradas con arcillas calcinadas, que permiten fabricar elementos constructivos mediante procesos robotizados, y la tecnología Superclínker, que incrementa la reactividad del clínker y posibilita mayores niveles de adición sin afectar la calidad del cemento.

Manejo de tierras como estrategia de crecimiento sostenible

Con casi 90 años de operación y presencia en Colombia, Centroamérica y el Caribe, Cementos Argos integra la gestión ambiental a su estrategia corporativa mediante metas verificables orientadas a lograr un impacto neto positivo en biodiversidad a lo largo del ciclo de vida de sus proyectos.

Entre sus objetivos al 2030 se encuentran la rehabilitación de áreas intervenidas, la implementación de planes de manejo de biodiversidad en canteras ubicadas en zonas de alto valor ecológico y la reducción de la captación específica de agua en sus negocios de cemento, concreto y agregados.

Dentro de sus iniciativas de sostenibilidad sobresale el programa Sacos Verdes, una estrategia de economía circular que promueve la recolección y reutilización de los empaques vacíos de cemento mediante un sistema de logística inversa.

Gracias a este programa, la empresa ha logrado salvar más de 31.000 árboles, reducir el consumo de agua y energía y fomentar prácticas responsables entre clientes, distribuidores y comunidades.

Con estas acciones, Cementos Argos busca demostrar que la sostenibilidad y el manejo responsable de las tierras no solo son una respuesta a la crisis climática, sino también una oportunidad para generar valor ambiental, social y económico, contribuyendo a un desarrollo que preserve el equilibrio del planeta y el bienestar de las generaciones futuras.