La falacia de los alivios
Ante la decisión que tomó ayer el concejo de aprobar el incremento en el impuesto predial por mayorías, en una sesión previamente acordada y después de oír cómo está comunicando la administración la justificación de su propuesta y la aprobación de los 13 concejales que le dieron vía libre, los empresarios a los cuales represento deben saber la realidad de la situación.
Invito a los empresarios a que comparen su recibo del predial el año entrante y ellos definan si lo que hizo Hacienda y el Concejo es un “alivio” como nos lo quieren vender o un real aumento de impuestos, adicional a los que esta administración ha hecho, que claramente les va a afectar sus finanzas.
No se puede engañar a la gente vendiendo unos “beneficios” e invirtiendo los valores para no mostrar la verdadera intención, cuando la decisión se tomó solo teniendo en cuenta las necesidades financieras del municipio para terminar unas obras, que los ibaguereños ya pagamos y que ya sabemos a donde fueron a parar, y sin tener en cuenta la realidad económica del municipio.
Recordemos adicionalmente que lo que pretenden mostrar cómo un ahorro para los ibaguereños con una reducción de la sobretasa es sencillamente un ajuste a una decisión que también se tomó por el mismo concejo de haber subido y que ahora, al corregir su error pretenden mostrarlo como un alivio, además de ser la sobretasa parte del cálculo del impuesto predial unificado que ya se había limitado.
En cambio, tomaron una decisión de corto plazo porque en el 2020 los ibaguereños tendrán que pagar un avalúo, hecho en un proceso altamente cuestionado, que creció en promedio en un 93% y un 125% para los predios comerciales y con unas tasas que están en el tope de ley y muy por encima de ciudades como Bogotá. La verdadera solución que era haber revisado las tarifas a la baja no fue ni tenida en cuenta pues al parecer desde que comenzó el debate ya estaba acordado previamente por las mayorías.
Es triste que las decisiones cruciales que afectan a los ibaguereños, sus empresas y sus hogares sean tomadas sin escuchar las razones técnicas, por factores políticos más que por argumentos reales y por mayorías en vez de escuchar y concertar, no con la administración únicamente, sino con los directamente afectados.
Pero son quienes tomaron esa decisión quienes deben ser responsables de las consecuencias económicas que esto va a generar en nuestra ciudad y no esconderse en falacias y engaños de beneficios cuando la realidad la van a ver los ibaguereños en sus recibos de predial.